Ricardo Monreal Ávila y Marcelo Ebrard Casaubón han iniciado ya la larga y sinuosa carrera por el 2024. Esta semana se han anotado sendos triunfos políticos cada uno de ellos.

Monreal le atizó al fuego del descontento de Alejandro Armenta Mier y cuando un día había declarado éste que apoyaría a Miguel Barbosa, al otro día inició su periplo de protesta. Y como dijo un sabio futbolero: “Se armó la rebambaramba”. Y fueron semanas de dimes y diretes.

Don Ricardo movilizó a la bancada del Senado, fueron 20, en apoyo a Armenta. Ha quedado claro que el líder del Senado pretende dominar a Morena ganando la presidencia para uno de los suyos que todo apunta a Alejandro Rojas Díaz Durán, su suplente en el Senado y su jefe de asesores y Alejandro Armenta se convirtió en su alfil en Puebla.

La notoria confrontación con Yeidckol Polevnsky, quien apoyó a Barbosa, no se oculta.

Ahora, se ha convertido en el personaje que logró lo que parecía imposible para los ojos de la chusma: la reconciliación entre Armenta y Barbosa.

Aplica: La política es el arte de crear problemas donde no los hay y después “solucionarlos”.

Punto para Monreal.

Marcelo Ebrard también se ha anotado un “doblete”. Mario Delgado, quien ha trabajado para Ebrard los últimos 12 años, que reconoce en el secretario de Relaciones Exteriores a su jefe político ha sido reconocido, por propios y extraños, como el cerebro inteligente que logró conciliar a las fuerzas políticas y partidarias del Congreso de la Unión, para sacar adelante la nueva Reforma Educativa. La de la 4a. T.

Logró que incluso los priistas apoyaran el nuevo proyecto de Reforma Educativa, aún cuando en algunos casos votaron en contra de la que habían aprobado hace dos años. Todos los partidos del Congreso, menos el PAN se sumaron a la propuesta de Delgado.

Con un estilo más fino, menos ríspido, Marcelo también hizo lo suyo. 

Aplica: En política son los medios los que deben justificar el fin.

Punto para Ebrard.

El 2024 esta a poco más de 5 años. Pero el que quiera llegar, tiene que empezar a correr.

Al tiempo.

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