El esclarecimiento del asesinato de Aldo Islas Todd, estudiante de la BUAP de 21 años, debería de servir para que todos, desde lo individual, reconozcamos nuestros fallos al crear ciudadanos funcionales.

Los 5 involucrados (tres exalumnos de un Cobaep, un hombre de 35 años y una menor de 15) pidieron a la familia de Todd 750 mil pesos.

¿Qué harías si tu hijo llega con 150 mil pesos de un día a otro?, ¿Qué harías si cambia de celular, ropa, si se “independiza” sin tener un trabajo? ¿Guardarías silencio o preguntarías?, ¿le creerías?

¿Dónde estuvieron esas figuras (padres, hermanos, maestros, amigos) que pudieron hacerles entender que nadie tiene derecho a decidir por la vida de alguien más?

¿Qué tan consientes fueron de lo que implicaba participar en engañar a una persona para retenerla en un lugar y comenzar a negociar el pago de un rescate?

Antes de salir de San Martín Texmelucan ¿sabrían que en caso de ser encontrados culpables podrían recibir de 80 a 120 años de prisión?

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), el estudiante de Contaduría fue privado de la vida poco después de la primera llamada de rescate, sin embargo continuaron negociando su liberación incluso después de que se confirmó el hallazgo de Aldo al interior del motel.

¿Cómo fue que pudieron regresar ese día a San Martín Texmelucan y pensar que sus vidas seguirían siendo las mismas?

¿Cuántos más estarán pensando en obtener “dinero fácil” a costa de un “amigo”?