Imagino que al gobernador Miguel Barbosa le tuvieron que hablar al oído y muy al oído para hacerlo entender que tenía que buscar una tabla de salvación frente a los desatinos y mofas masivas desatadas a raíz de sus constantes exabruptos con los que suele responder y que incluso no pudieron faltar durante el anuncio de su Plan de Reactivación Económica.

La lectura entre líneas es la estrategia de anunciar un Plan de Apoyos que sin duda le darán oxígeno a la sobrevivencia de empresas en Puebla y por ende a la permanencia de fuentes de trabajo en un momento de caos nacional.

Ahora bien, dudo mucho que los secretarios que hoy lo acompañaron hayan sido los que apuntalaron estas medidas. ¡No, claro que no!

Sabemos que los porristas de Olivia Salomón saldrán a ventilar por millonésima ocasión sus cualidades, cuando sabemos que es una buena mujer pero que gusta mucho del blofeo.

Del resto pues son operativamente funcionales, incluido Gabriel Biestro el presidente del Congreso del Estado quien ya parece del gabinete porque no sale de Casa Aguayo y está para todo “lo que se ofrezca”, incluso si hay que servir galletas no dudamos que lo haga.

Y de la vocera pues peor tantito, dudo mucho que haya sido capaz de articular una estrategia porque entonces hubiera sido al estilo de las viejas vocerías de los sempiternos tiempos priistas.

Lo real es que con este Plan de Reactivación Económica dos de los sectores que son termómetros de la economía local como son: Construcción, Turismo y Servicios enfocan sus baterías a levantarse de las cenizas con el respirador que hoy les está dando el ejecutivo estatal.

¿Será que en toda esta estrategia de reactivación económica haya tenido algo que ver Roberto Gil Zuarth quien anda haciéndola de asesor en Puebla? Ahí les encargo señores panistas.

Y si bien las medidas son un buen aliciente para los empresarios, es importante que los gobiernos también pensaran en los millones de ciudadanos que están en un trabajo independiente y que no llegan a ser microempresarios, pero que pagan impuestos, reemplacamiento, y los impuestos estatales, algunos de los cuales resultan francamente ridículos antes y después de la pandemia.

En la lectura política, con este anuncio, el gobierno barbosista busca recuperar un poco de conexión empática con una ciudadanía poblana que tiene en la lona a su mandatario debido a sus constantes declaraciones fuera de lugar.

Incluso durante este anunció, el Gobernador Barbosa se refirió con sarcasmo a la “generosidad” de los empresarios poblanos quienes dijo apenas han donado unos cuantos cubre bocas.

Los empresarios poblanos tendrán que organizar sus fondos y diagnósticos financieros para sacar la mayor rentabilidad a una medida gubernamental que sin duda puede dar esperanzas a muchas empresas locales que podrán contar con un margen de maniobra para librar este 2020 marcado por una pandemia que nos tiene en jaque.