Nora Patricia López León, una bióloga y activista ambiental responsable de un proyecto dedicado a la preservación de la guacamaya roja fue asesinada.

Medios locales señalaron que la especialista fue localizada en la habitación de un hostal de Palenque, Chiapas, con varias heridas, aparentemente, provocadas con arma blanca.

Nora López se encargaba de la preservación de la guacamaya roja, la cual se encuentra en peligro de extinción. Este proyecto lo llevaba a cabo en el Parque Ecoturístico Aluxes, el cual, aseguran, es propiedad del exgobernador, José Patrocinio González Garrido, y Josefa González Blanco, extitular de la Semarnat.

Tras el hallazgo se desplegó un operativo, sin embargo, no se consiguió dar con los responsables de la agresión a López.

Hasta el momento las autoridades no han emitido ningún comunicado oficial respecto al caso ni han señalado si existe una línea de investigación sobre este caso.

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Van cuatro

Y es que, Nora es la cuarta ambientalista asesinada en Chiapas, en lo que va del año, el primer caso fue el de José Luis Álvarez, defensor del santuario del mono saraguato, quien fue ultimado a balazos y encontrado sin vida en la zona de Palenque.

En su caso, el defensor había denunciado la extracción ilegal de arena en el río Usumacinta, por lo que recibió amenazas.

Semanas después, en julio, se reportó en el asesinato de un matrimonio de investigadores Renato Zárate Castañeda, de 74 años, y Lauren Green Faunt, de 71, quienes salieron durante la noche a buscar insectos, y fueron asesinados en un aparente asalto, en la comunidad indígena de Ibestik, en Zinacatán.

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Zárate y Green también eran conocidos por su activismo social y su repudio a las corridas de toros.

Además, de acuerdo con el ambientalista Alejandro Ruiz Guzmán, ambos eran miembros del Consejo Ciudadano de San Cristóbal y se habían sumado a la lucha para detener en lo posible la destrucción de los humedales de montaña de la ciudad, los edificios coloniales, las reservas ecológicas y la sobreexplotación de las minas de materiales pétreos, entre otras causas.

Este caso también desencadenó la indignación en diversos sectores sociales y académicos del país.

De acuerdo con la organización Global Witness (GW), en 2018 fueron asesinados 14 defensores de la tierra y el ambiente en México. Este año, por ahí va el asunto.

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