Beto Fong

Científicos examinaron los efectos secundarios de medicamentos utilizados para tratar trastornos de ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo en niños y adolescentes y descubrieron que la agitación fue el síntoma más común.

En los últimos 20 años los tratamientos estándar pediátricos para esas dos enfermedades, son inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, conocidos como ISRS, y los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina, conocidos como IRSN.

Sus efectos secundarios incluyen además náuseas, dolor abdominal, insomnio, dolor de cabeza y fatiga.

En el estudio publicado recientemente en la revista Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, participó el doctor Jeffrey Strawn, profesor asociado del Departamento de Psiquiatría y Neurociencia del Comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, Estados Unidos.

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Asimismo, Jeffrey Mills, profesor asociado del Departamento de Economía de la Facultad de Negocios de la Universidad de California en Lindner, formó parte de la investigación.

Mills, llamó a los médicos a considerar los efectos secundarios y la eficacia de estos fármacos en el tratamiento pediátrico para la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo.