El movimiento antivacunas fue nombrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las diez mayores amenazas para la salud global en 2019, junto con el cambio climático, el ébola, el dengue y el VIH.

De acuerdo con la OMS, el número de casos de sarampión, por ejemplo, aumentó 30 por ciento a nivel mundial debido, principalmente, a que una cantidad importante de personas decidió no vacunarse contra este mal.

“La renuencia o el rechazo a vacunarse a pesar de la disponibilidad de vacunas amenaza con revertir el progreso realizado en la lucha contra las enfermedades prevenibles” por esta práctica, explicó la organización en un comunicado, al tiempo que destacó que la vacunación previene de dos a tres millones de muertes por año”.

Incluso, advirtieron que en algunos países donde la enfermedad ya se consideraba erradicada o estaban cerca de eliminar la enfermedad, están reportando su resurgimiento por esta causa.

En resto de la lista de las diez mayores amenazas para la salud global en 2019 incluye:

Dengue

Se trata de la enfermedad transmitida por mosquitos. El dengue es común en países tropicales, sin embargo se ha extendido a ritmo alarmante. Actualmente la preocupación viene del hecho de que el 40 por ciento de la población mundial está expuesta al dengue.

SIDA

Los avances en el tratamiento del VIH/SIDA han permitido una mejor calidad de vida para los enfermos. No obstante, con casi un millón de muertes al año y un estimado de 37 millones de infectados, la epidemia de SIDA no ha terminado.

Patógenos

Los patógenos que causan el ébola, zika, SARS, entre otros, tienen algo en común, causan enfermedades graves que no tienen cura ni vacuna disponible. Lo único que se ha podido hacer en brotes es aislar a los enfermos y tratar los síntomas. El principal temor es que la falta de preparación cause una epidemia.
Atención primaria de salud débil

La atención primaria de salud consiste en un sistema de salud de fácil acceso y que logre beneficiar a toda la comunidad. El sistema primario suele ser el primer contacto entre la sociedad y los servicios médicos. En consecuencia, los diagnósticos y tratamientos dependen en gran medida de la eficiencia del servicio. Es fácil ver el interés de la OMS en fortalecer la atención primaria de salud.

Comunidades vulnerables

Aproximadamente el 20 por ciento de la población mundial vive en zonas de crisis humanitaria. Las condiciones de vida suelen ser insalubres y con difícil o nulo acceso a servicios médicos. La suma de todos los factores hace más difícil identificar y tratar epidemias, pero además facilita el contagio si se presenta una enfermedad contagiosa.

Resistencia a los antibióticos

Uno de los casos más sonados fue el de la “supergonorrea“, una variante resistente a los tratamientos normales. Así como la bacteria causante de la gonorrea, otras bacterias pueden desarrollar resistencia a los antibióticos. El problema es muy grave, ya que no solo aumentaría la mortalidad de infecciones, sino que la resistencia a los antibióticos también será un gran obstáculo para las cirugías y trasplante de órganos.

Pandemia de influenza

Cada año aparecen campañas de vacunación contra la influenza. El virus de la influenza cambia con mucha rapidez y es muy contagioso, por esa razón, se teme que aparezca una variedad extremadamente letal de la enfermedad. El miedo es justificado, en 1918 la gripe española mató cerca de 100 millones de personas y con la facilidad de transporte hoy en día, una variedad tan letal sería un desastre. A causa de esa experiencia, los brotes de gripe aviar se tratan con tanto cuidado.

Mala calidad del aire y cambio climático

La mala calidad del aire es un problema alarmante. Hoy en día, se estima que una de cada diez personas en el mundo respira aire limpio, en consecuencia un aproximado de siete millones de personas mueren al año por el problema. El problema es causado por emisiones del transporte e industria. Además de la calidad del aire, el clima se ve afectado por las emisiones. Con el cambio climático la malaria y sequías serán más comunes y letales.

Enfermedades crónicas

Se trata de enfermedades no contagiosas como la diabetes o el cáncer. Si bien la mayor parte de las enfermedades crónicas se pueden prevenir, son responsables del 63 por ciento de las muertes anuales. Los factores de riesgo están relacionados con la poca actividad física, estilo de vida, alimentación y factores ambientales. Actualmente la medicina preventiva es una de las mejores estrategias y la más económica para atacar el problema.