Investigadores del Inmegen y la Facultad Química de la UNAM encontraron evidencia de dos bacterias, presentes en el intestino de niños mexicanos, las cuales podrían estar asociadas en casos de obesidad infantil.

El grupo de expertos del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizaron los microorganismos presentes en un grupo de 138 niños de entre seis y doce años de edad, 67 de ellos con peso normal y 71 con obesidad.

Los resultaron demostraron que la bacteria Bacteroides eggerthii era más abundante en niños con obesidad y que, por el contrario, una especie aún no clasificada de la familia bacteriana Christensenellaceae tenía mayor presencia en niños con peso normal.

Hay que destacar que los resultados no implican a las bacterias como causantes de la obesidad, pero sí abre la puerta a futuras investigaciones de cómo es que dichos microorganismos aportan directamente o indirectamente en el desarrollo de la enfermedad afecta a tres de cada diez niños en edad escolar.

Sin embargo, sí deja abierta la posibilidad para generar recomendaciones alimentarias para prevenir o tratar la obesidad precisó Blanca Estela López Contreras, investigadora que participó en el proyecto.

El estudio

Para la realización del estudio los investigadores pidieron a los padres de los 138 niños que recolectaran una muestra de sus heces, a través de un procedimiento que minimizó el riesgo de contaminar las muestras.

En el laboratorio tomaron pequeñas porciones que les permitieron recuperar el material genético de todas las bacterias presentes.
Al analizar el ARN ribosomal 16S, encontraron que la microbiota intestinal de los niños con obesidad y los niños con peso normal era diferente, había dos bacterias que separaban a los niños: Bacteroides eggerthii y una especie que aún no se ha identificado pero que pertenece al grupo de bacterias Christensenellaceae.

Bacteroides eggerthii era más abundante en los niños con obesidad y la especie de Christensenellaceae, en los niños con peso normal.
Sus resultados fueron concordantes con investigaciones hechas en Reino Unido, quienes lo advierten como un factor para que los niños de entre tres semanas y un año de edad aumente sus posibilidades de desarrollar obesidad infantil.

Aunque aún no es posible comprobar si las bacterias son las responsables del aumento de peso, sospechan que algunas bacterias estarían asociadas con una mayor extracción energética de los alimentos.

Finalmente, la investigadora indicó que la investigación continuará pues es importante seguir avanzando “para conocer cómo actúa cada bacteria en el organismo y cuáles podrían estar aumentando el riesgo o previniendo la aparición de la obesidad, y cuáles en realidad no están aportando nada al problema”.