Gabriela Xelano

Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, aunque afirmó respetar el derecho de las mujeres a protestar y de la “libre expresión de los movimientos feministas”, aseguró que sus expresiones son “insultantes y fuera de ley”.

Así lo refirió sobre la toma simbólica de la sede de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla que esta mañana iniciaron colectivas feministas y organizaciones de mujeres, como apoyo a la “okupa” de la CNDH, y en repudio al violento desalojo de mujeres que horas antes tomaron las instalaciones de la Visitaduría General de la Comisión de Derechos del Estado de México, en Ecatepec.

En su rueda de prensa –que ocurría al mismo tiempo que mujeres escribían consignas de reclamo en la fachada de la CDH–, el mandatario también se refirió a la “falta de justicia”, uno de los principales reclamos de las mujeres, aclarando que en el estado los casos sí se están investigando y se resuelven por la vía judicial.

Todas las causas en agravio de mujeres sobre hechos que agraviaron a mujeres están en curso en Puebla, y lo sostengo.

No obstante, aunque intentó minimizar las acciones reduciéndolas a “libres expresiones dentro de la tolerancia que existe para que grupos organizados por diferentes razones se expresen”, terminó por criticar la forma en que los grupos buscan visibilizar la violencia de género.

Y respetamos la libre expresión, aunque sean expresiones insultantes, y fuera de la Ley.

Poco después en el mismo espacio al ser cuestionado sobre la denuncia de una trabajadora del ayuntamiento que acusó a Claudia Rivera Vivanco de cometer violencia política de género, el mandatario volvió a hacer referencia de la protesta feminista.

Al respecto el Ejecutivo señaló que el también ha sido señalado por violencia política de género y también ha sido violentado al ser señalado por los grupos de feministas con ofensas e insultos, sin embargo no se quejaría formalmente porque  “hay que aguantar varita”.

Si un grupo de feministas llegan y ofenden e insultan, pintarrajean un lugar, ¿Qué hago, voy a quejarme de eso? No, pues no. Hay que aguantar varita.