Boris Johnson anunció que dejará el cargo de primer ministro del Reino Unido, esto tras soportar una insoportable presión tras perder el apoyo de su Partido Conservador británico, cerrando el telón de tres años tempestuosos en el cargo empañados por una sucesión de escándalos que culminaron en la rebelión de su propio gabinete y grupo parlamentario.

Johnson, de 58 años, tomó esta decisión tras la renuncia masiva de miembros de su gobierno, incluido el Ministro de Hacienda Rishi Sunak, mientras un número creciente de parlamentarios conservadores lanzaban ataques públicos contra su juicio, liderazgo y lealtad a la verdad.

El Partido Conservador deberá ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Johnson, probablemente a partir de octubre, como su líder y por consiguiente como jefe del gobierno.

Mientras tanto, el controvertido Johnson se declaró determinado a seguir dirigiendo al país y para dejarlo claro el jueves nombró a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplezar al alud de dimisionarios.

Para el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, su futura partida es “una buena noticia”, pero no basta.

“Necesitamos un verdadero cambio de gobierno”, dijo considerando una moción de censura contra el gobierno para precipitar la convocatoria de elecciones generales anticipadas.

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Los acontecimientos se aceleraron a primera hora del jueves, cuando ya habían dimitido casi 60 miembros del gobierno de Johnson en una incesante sangría que comenzó el martes con dos pesos pesados: el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Sanidad, Sajid Javid.

El jueves, el nuevo titular de Finanzas, Nadhim Zahawi, nombrado el mismo martes, se sumó a quienes pidieron al primer ministro que se fuera. “Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora”, escribió en una carta publicada en Twitter.

Michelle Donelan, nombrada también el martes en la cartera de Educación para reemplazar a Zahawi, presentó asimismo su dimisión menos de dos días después.

“Un gobierno decente y responsable se basa en la honestidad, la integridad y el respeto mutuo”, afirmó por su parte el ministro de Irlanda del Norte, el hasta ahora leal Brandon Lewis, agregando su nombre a la lista de dimisionarios. “Lamento profundamente tener que dejar el gobierno porque creo que estos valores ya no se respetan”, afirmó.