La Fiscalía General del Estado de Oaxaca desarticuló una red de trata que desde inicios de este año mantuvo secuestrados a 56 niños y 7 adultos tzotziles a quienes obligaban a trabajar, vender chicles o mendigar en las principales calles de la capital oaxaqueña.

La red estaba conformada por entre 10 y 15 adultos que mantenían a los menores en una casa en Santa María Atzompa, Oaxaca y todos los días repartían a los menores y adultos en las principales calles de la ciudad para obligarlos a mendigar.

Los detenidos tendrán que enfrentar cargos por los que podrían sumar hasta 60 años de prisión.

Los tratantes repartían las tareas de los menores de acuerdo a su edad, los de hasta 15 años tendrían que hacer malabares en las calles con unas pelotas desinfladas, otros actuarían como payasos en los cruceros o tocarían algún instrumento; los más chicos, de 6 a 8 años, venderían chicles y otros dulces. Los más pequeños, apenas bebés, acompañarían a otras mujeres capturadas que debían pedir dinero a los automovilistas.

Sus captores movían a los tzotziles en vehículos y los “repartían” desde las siete de la mañana en cada una de las esquinas o corredores más transitados.

Los menores eran amenazados con matar a sus hermanos o a sus papás, además tenían prohibido usar el dinero recolectado para comer; si querían alimentarse, debían pedir comida a los automovilistas.

Los tratantes siempre se mantenían cerca de dónde estaban los menores, y periódicamente hacían rondines para vigilarlos, regresando por ellos después de las 8 de la noche.

Tras entregar el dinero, los delincuentes les “pagaban” con una cena raquítica, un catre y habitaciones abarrotadas e insalubres.

Pese a que su presencia era constante desde marzo de este año, fue hasta julio cuando una llamada alertó a las autoridades, pues de manera anónima se denunció que los menores eran llevados y recogidos por automóviles conducidos por hombres de actitud sospechosa.

Tras casi tres meses de investigación, la Agencia Estatal de Investigaciones obtuvo las pruebas suficientes para llevar las pruebas ante un juez, quien aprobó la orden de cateo.

A principios de octubre se llevó a cabo el operativo en el cual lograron rescatar a los menores y adultos y detener a los presuntos responsables.

Las víctimas presentaban evidentes muestras de maltrato, desnutrición, tratos humillantes y hacinamiento, en tanto los menores rescatados fueron entregados al DIF estatal.