Los impactos del cambio climático costarían a la economía global hasta 69 trillones de dólares para el año 2100, si las temperaturas aumentan dos grados centígrados (2°C) y con ello los fenómenos meteorológicos extremos, advierte un informe.

La estimación, de Moody’s Analytic, se realizó sobre la hipótesis de que el calentamiento supere los 2 °C, que se consideran el límite para frenar los efectos más terribles del cambio climático, pero los costos de una temperatura menor a 1.5°C también serían elevados: 54 trillones de dólares para el mismo año.

La firma, que proporciona investigación económica sobre riesgos, rendimientos y modelos financieros, estima que el aumento de la temperatura y los fenómenos meteorológicos extremos afectarán la productividad y dañarán la infraestructura, lo que afectará más a las economías de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Un aumento por encima de los 2 °C podría “alcanzar puntos de inflexión para ciclos de retroalimentación de calentamiento aún mayores e irreversibles, como el deshielo permanente en el Océano Ártico”, advirtió Moody’s Analytic esta semana en un reporte.

Según el informe, los impactos del cambio climático dañarán la salud humana, la productividad laboral, el rendimiento de los cultivos y el turismo, lo que se traducirá en pérdidas generales en el futuro, a las que se sumarán los costos de los daños a infraestructuras derivados de los fenómenos meteorológicos extremos.

Además, pronostica una menor demanda de petróleo y gas natural, lo que supondrá un golpe a los países exportadores del crudo, especialmente en la región del Medio Oriente y en particular a Arabia Saudita que sufrirá daños duraderos.

El economista en jefe de la firma consultora, Mark Zandi, dijo al diario Washington Post que el impacto “no será un shock inmediato a la economía”, si no como algo corrosivo que se volverá más importante con cada año que pase.

Destacó que este informe es “la primera prueba de intentar cuantificar cuáles podrían ser las consecuencias macroeconómicas del cambio climático” y dijo que fue realizado en respuesta a inquietudes de bancos comerciales europeos e instituciones centrales.

“La mayoría de los modelos abarcan 30 años, pero, en realidad, el daño a la economía se producirá en el próximo medio siglo, y no hemos desarrollado las herramientas para mirar tan lejos”, enfatizó.