Un triángulo de mafiosos

POR RUBY SORIANO

Este fin de semana las narcomantas se volvieron a hacer presentes en diferentes puntos de la capital poblana.

Mensajes de organizaciones delictivas que lanzaron sus advertencias a mandos policiacos y adversarios delincuenciales.

En tanto, como en un verdadero show de mafiosos, la zona del triángulo rojo en Puebla es clave en la polémica desatada entre políticos, funcionarios y presunto delincuente junto con la presidenta municipal de Quecholac, Guadalupe Martínez.

La gravedad de este escenario no está en sus personajes, sino en lo que resguardan todos ellos.

¿Quiénes son? ¿Cómo se iniciaron en la política? ¿Cómo fondearon sus campañas? ¿Cómo iniciaron sus cacicazgos en los municipios del llamado triángulo rojo? ¿Quiénes apadrinaron sus curules en el Congreso y en el Senado de la República? ¿Qué empresarios expertos en el lavado de dinero están detrás de algunos de ellos?

¿Cuántos están tocando fondo por un tema de adicciones que cada vez es más evidente?

¿Qué organizaciones delictivas están apoyando a los políticos en confrontación?

¿Por qué el tema del triángulo rojo se mira con pinzas desde el gobierno estatal?

Sería inocente pensar que toda esta pléyade de políticos que se están disputando no sólo control político sino realmente controles financieros estén muy preocupados por la población que habita los municipios del triángulo rojo.

Todos ellos responden a intereses de grupos donde la política quedó desfasada por el llamado negocio del huachicol.

Muchos de estos personajes hoy tratan de salir a lavarse las manos, pero ya hicieron patrimonio y negocios al por mayor con el fondeo que recibieron de personajes ligados a actividades delincuenciales.

Puebla hoy está tomada no sólo por la delincuencia, sino también por el encono político que no es sólo de “familiares” que están en abierta confrontación.

En esta lucha de control por el negocio que deja jugosas ganancias están involucrados muchísimo nombres, hombres y empresas que han hecho negocios y pactos inconfesables con aquellos que llevan años cultivando y acrecentando la ilícita actividad del huachicol, misma que ha provocado un boquete al país, pero que es sin duda, una de las actividades de mayor rentabilidad para las redes criminales que fortalecieron las ligas de complicidad con los políticos y gobernantes.

El reloj de arena sigue su marcha, se cumple un año del gobierno de Alejandro Armenta y Puebla se corona como una de las cinco entidades más peligrosas del país.

La gran pregunta es ¿hasta cuándo mantendrán en el cargo al Secretario de Seguridad en Puebla, Francisco Sánchez González? Los resultados brillan por su ausencia.

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