La charanda, una de las bebidas alcohólicas mexicanas más tradicionales, obtuvo la certificación de Denominación de Origen, reconocimiento que productores de Uruapan, Michoacán, buscaban desde hace más de 20 años.

La certificación fue entregada por la Secretaria de Economía a dos empresas uruapenses, Comercializadora Pame y Casa Méndez, que producen de manera artesanal las marcas Charanda Tarasco, Charanda Uruapan y Charanda Añejo Méndez 1896, respectivamente.

Además de Uruapan con la certificación también se benefician 15 municipios más que la producen: Ario de Rosales, Cotija, Gabriel Zamora, Nuevo Parangaricutiro, Nuevo Urecho, Peribán, Los Reyes, Salvador Escalante, Tecámbaro, Tancítaro, Tangancícuaro, Taretán, Tocumbo, Turicato, Uruapan y Ziracuarétiro.

Los principales beneficiarios son los consumidores, quienes tendrán la certeza de que el producto que están consumiendo, pasó por un riguroso proceso artesanal de destilación, añejamiento y de que el huarapo o jugo de caña proviene única y exclusivamente de una zona de cultivo certificada.

En términos económicos, la denominación de origen resulta ser muy rentable ya que permite abrir el producto a los mercados internacionales, ya que los productores podrán aumentar su presencia en el extranjero, al cual destinan el 5 por ciento de su producción, que envían a Estados Unidos, Japón y Europa.

De acuerdo con Fernando Pacheco Hernández, integrante de la Unión de Productores de Charanda y del Consejo Regulador de la Charanda, actualmente Michoacán produce 800 mil litros anuales y que esto genera 150 empleos directos y 150 indirectos.