Redacción

Sin sorpresas y con una amplia aprobación del “pueblo bueno”, el megaproyecto del Tren Maya recibió el visto bueno de los habitantes de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, a cambio del compromiso del gobierno federal de atender las necesidades apremiantes de las comunidades que se verán afectadas por el proyecto.

Luego de que este domingo los estados sureños participaran en el ejercicio participativo de consulta ciudadana”, Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión de los ciudadanos, pese a que en la consulta “de carácter vinculante” pocas personas acudieron a participar.

No obstante, fueron en las asambleas consultivas, en las que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) consiguieron que 5 mil 193 ejidatarios firmaran actas en las que aceptaron “por consenso” la implementación del tren maya.

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Ejemplo de ello es lo ocurrido en Campeche, donde vecinos de antiguos barrios y colonias, como La Ermita y Santa Lucía, cuyas viviendas se encuentran también a los lados de la línea ferroviaria, se manifestaron también en contra del Tren Maya.

De acuerdo con los manifestantes, el gobierno federal les quiere dar trato de “invasores” a pesar de que muchos de ellos poseen títulos de propiedad que datan de la época porfirista.

En tanto habitantes de Calakmul, donde se prevé instalar una estación del Tren Maya, el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx), entregó a los organizadores de la consulta un oficio informando su “rotundo no” al proyecto.

No obstante, sus manifestaciones fueron opacadas por los “sí” que se dieron en otros puntos por donde pasará el Tren Maya.

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También se observó gran presión de las autoridades, como ocurrió en Tenosique, Tabasco, donde además de que se les invitaba a votar por el sí, las personas tenían que tachar su boleta frente a los “servidores de la nación” y bajo la supervisión del “delegado” quien tomaba fotos a los votantes donde se tenía que ver su pulgar pintado y su boleta marcada por el “sí”.

Otra de las constantes fue la colocación de mantas en las que se describían los beneficios de votar a favor del proyecto, como la generación de 400 mil empleos.

Con estos resultados, el presidente Andrés Manuel López Obrador podrá legitimar su megaproyecto de al menos 120 mil millones de pesos, que prevé la instalación de mil 460 kilómetros de vías para transportar turistas, gente local y mercancías, así como la construcción de 18 estaciones y ciudades nuevas.