Kofi Annan, quien una vez fue el séptimo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Premio Nobel de la Paz y defensor de los derechos humanos, falleció a la edad de 80 años.

Nacido el 8 de abril de 1938, en Kumasi (Ghana), el diplomático se distinguió por su trabajo a favor del desarrollo de África su lucha contra el racismo, situaciones que lo convirtieron en el símbolo irrefutable de la defensa de los derechos humanos.

A lo largo de su trayectoria política, las prioridades de Annan pasaron por reforzar la labor tradicional de la ONU, organización a la que dedicó 40 años de su vida, en las esferas del desarrollo y el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional; el fomento y la promoción de los derechos humanos y el impulso del derecho y los valores universales de igualdad, tolerancia y dignidad humana.

El mismo Kofi Annan también reconoció tres cuentas pendientes en su legado: la guerra en Bosnia, no lograr detener la guerra en Irak y el fracaso para activar su plan de paz para Siria en la que fue su última labor política.

Estas son las cinco más destacadas de su trayectoria política.

1962: Entró a trabajar en la OMS

Después de estudiar economía en Ginebra, se unió a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde ahí comenzó a trabajar a favor de los derechos, primero en la Comisión Económica para África (CEPA) en Addis Abeba; en la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (FENU II) en Ismailia y en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra.

También ocupó en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York los cargos de subsecretario general de gestión de Recursos Humanos y Coordinador de Asuntos de Seguridad para el sistema de las Naciones Unidas (1987-1990) y subsecretario general de Planificación de Programas, Presupuesto y Finanzas y Contralor (1990-1992).

1990: Facilitó la repatriación de Irak de más de 900 funcionarios

En 1990, a raíz de la invasión de Kuwait por Irak, Kofi Annan se encargó en misión especial de facilitar la repatriación de más de 900 funcionarios internacionales y ciudadanos de países occidentales.

Dicha acción le valió el respeto y le ayudó para negociar con Irak la venta de petróleo para financiar la compra de ayuda humanitaria.

Tras el éxito obtenido, de 1993 a 1996 fue vicesecretario general de la ONU para Operaciones de Mantenimiento de la Paz durante el genocidio en Ruanda y la guerra en Bosnia.

A ello le siguió el incremento sin precedentes del tamaño y el alcance de las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, con un despliegue total que alcanzó en 1995 un nivel máximo de casi 70 mil militares y civiles procedentes de 77 países.

Al frente del departamento de mantenimiento de la paz, vivió dos de sus períodos más sombríos de su historia: el genocidio ruandés y la guerra en Bosnia. Los Cascos azules se retiraron en 1994 de Ruanda y un año más tarde, la ONU no pudo impedir que las fuerzas serbias atacaran y mataran a miles de musulmanes en Bosnia.

Entre noviembre de 1995 y marzo de 1996, a raíz del Acuerdo de Paz de Dayton que puso fin a la guerra en Bosnia y Herzegovina, Annan desempeñó las funciones de Representante Especial del Secretario General para la ex Yugoslavia y se encargó de supervisar en Bosnia y Herzegovina la transición de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) a la Fuerza de Aplicación del Acuerdo de Paz (IFOR) dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).

1 de enero de 1997: Secretario General de la ONU

Como Secretario General, la primera iniciativa importante de Annan fue su plan de reforma titulado “Renovación de las Naciones Unidas”, que presentó a los Estados Miembros en julio de 1997 y cuya ejecución ha continuado desde entonces, prestando especial atención a la mejora de la coherencia y coordinación.

El informe que presentó en abril de 1998 al Consejo de Seguridad sobre “Las causas de los conflictos y la promoción de la paz duradera y el desarrollo sostenible en África” formaba parte de varias iniciativas para mantener el compromiso de la comunidad internacional con África, la región más desfavorecida del mundo.

En 2000 impulsó los Objetivos del Milenio, entre ellos reducir a la mitad la miseria en el mundo para 2015 y en 2001, tras los atentados del 11-S en Estados Unidos e impulsó las negociaciones para la redacción de una Convención General sobre Terrorismo.

Fue reelegido para un segundo mandato de cinco años en junio de 2001

12 de octubre de 2001: Obtiene el Premio Nobel de la Paz

En abril de 2001 presentó un “Llamamiento a la acción” de cinco puntos para luchar contra la epidemia de VIH/SIDA, que describió como “su prioridad personal”, y propuso el establecimiento de un Fondo Mundial contra el SIDA y para la Salud que sirviera de mecanismo para financiar en parte el aumento de los gastos necesarios para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a la crisis.

El 10 de diciembre de 2001 fue galardonado junto a la ONU con el Premio Nobel de la Paz. En la entrega del premio, el Comité Nobel manifestó que Annan “ha sido preeminente al darle nueva vida a la Organización”. Al conferirle también el premio al organismo mundial, el Comité dijo que deseaba “proclamar que el único camino negociable para la paz mundial y la cooperación es a través de las Naciones Unidas”.

2005: Escándalo de corrupción

La presunta corrupción en el programa “Petróleo por Alimentos” en Irak, que estalló en 2004 y en el que se vinculó a su hijo Kojo, fueron los momentos más difíciles de su mandato. Kofi Annan aceptó su responsabilidad en el escándalo de corrupción que favoreció incluso al gobierno de Saddam Hussein. “El informe es crítico conmigo personalmente y yo acepto estas críticas”, dijo Annan.

Estas declaraciones se realizaron después de que Paul Volcker, director de una investigación que duró un año, señalara al Consejo de quince naciones que sus miembros también compartían la culpa por el fracaso en supervisar el programa, valorado en 64.000 millones de dólares.

En diciembre de 2006, durante su rueda de prensa de despedida, Annan calificó como “uno de sus mayores fracasos” no lograr detener la guerra en Irak. También pidió no ser únicamente juzgado por la crisis en ese país y aseguró que hizo “todo lo posible” para detener esa confrontación bélica.

Al dejar la ONU se enfoca en el activismo social, en 2007 es nombrado presidente de la Fundación de apoyo a la Organización Mundial Contra la Tortura y en el mismo año se crea la Fundación Kofi Annan, dedicada al desarrollo duradero y a la paz que, entre otros muchos objetivos, intentó mediar en 2011 junto con otras cinco personalidades para lograr el fin de ETA.

En 2012, valiéndose del peso político que tenía fue elegido por la ONU y la Liga Árabe para la mediación en la guerra en Siria, sin lograr resultados, cargo al cual renunciaría cinco meses después.

Este 18 de agosto, falleció a los 80 años de edad, tras ser hospitalizado en Ginebra y trasladado a un centro médico de Berna tras acudir a la conmemoración del aniversario del nacimiento de Nelson Mandela.

En dicha celebración, la última a la que asistió, encabezó la marcha junto a la tercera esposa de Mandela, Graça Michel en recuerdo del desaparecido líder del apartheid.

Con información de Vanguardia