Redacción PH

Por la muerte de un militar que fue enterrado vivo durante un entrenamiento, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida a Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, para que reparen el daño a los familiares de la víctima.

Se trata de la recomendación 59VG/2022 por violaciones graves a los derechos humanos, y es que el elemento falleció por asfixia luego de que en el marco de un curso de entrenamiento realizado en Mexicali, Baja California, uno de los instructores lo “enterrara” en un bunker.

La negligencia ocurrió durante un curso de fuerzas especiales en el desierto, el 24 de noviembre de 2020, cuando un instructor le ordenó que se introdujera en uno de los búnker, que previamente los cursantes habían excavado. “Una vez dentro, el instructor ordenó que lo taparan, por lo que arrojaron tierra y lo sepultaron. Posteriormente, se ordenó a otros cuatro elementos que se introdujeran al mismo búnker y también los enterraron, tan es así que un instructor caminó sobre la tierra que los cubría”.

El tiempo pasó, incluso los responsables tomaron fotografías y más tarde dieron por terminado por el ejercicio con la salida de los cuatro sepultados, sin que nadie se diera cuenta del que había otro elemento enterrado.

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Su rescate ocurrió hasta que uno de los cuatro elementos se percató que había perdido su cargador, por lo que, al buscarlo al interior del búnker apareció la víctima, quien yacía inconsciente.

El elemento fue trasladado de inmediato al hospital. No obstante, al llegar al nosocomio ya se encontraba sin signos vitales.

Las investigaciones de la CNDH evidencian que “la víctima fue privada de la vida por acciones y omisiones de quienes estaban a cargo del entrenamiento, elementos adscritos a la Sedena, con lo cual se violentó el derecho a la vida” y se alteraron los derechos de los integrantes de su familia. “No procuraron cumplir con el deber reforzado del cuidado para garantizar la integridad de los cursantes. Además, quedó evidenciada la falta de vigilancia respecto a las prácticas irregulares que entre soldados llevan a cabo como “métodos de castigo”.

Las omisiones continuaron tras el deceso, pues tampoco se informó a los familiares de la víctima sobre las causas del deceso, por lo que solicitaron la intervención de la CNDH.

En consecuencia la Sedena deberá proceder de inmediato a la reparación integral del daño ocasionado a las víctimas indirectas, colaborar ampliamente con el Juzgado Militar encargado del trámite de la Carpeta de Investigación en contra de las personas servidoras públicas responsables de los hechos, al igual que con la Fiscalía General de Justicia Militar de Investigación del Delito y Control de Procesos para el cumplimiento de la orden de aprehensión en contra de uno de los servidores públicos involucrados.

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Del mismo modo deberá remitir copia de la Recomendación 59VG/2022 al Juzgado Militar que integra la Carpeta de Investigación, y al Órgano Interno de Control en la Sedena que lleva un procedimiento administrativo de investigación, con el objeto de que sea incorporada a la documentación de estos procesos, y que se imparta un curso de capacitación integral de formación en derechos humanos, dirigido a las integrantes del Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales Temamatla, Estado de México, y del Centro de Operaciones en Desierto, Laguna Salada, Baja California, ambos del Ejército Mexicano, enfocados a prevenir hechos similares.