Eduardo Cerezo
En su arranque de gobierno la administración de Miguel Barbosa Huerta esta lidiando no sólo con las “limpias” internas en las secretarías de un estado que, durante casi una década fue controlado por una sola fuerza política, sino también con las consecuencias de no haber combatido la inseguridad.
Muestra de ello es que en este 2019, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), las carpetas de investigación por diversos delitos crecieron un 29 por ciento entre enero y octubre, en comparación con el 2018.
Es decir, en los primeros 10 meses de 2018 las autoridades comenzaron 51 mil 4 indagatorias y para este año ascendieron a 65 mil 879.
El estado hasta julio del año en curso fue gobernado por Guillermo Pacheco Pulido, periodo en el que sumó 47 mil 542 carpetas.
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Sin embargo, en solo cuatro meses, incluido julio -mes en el que inició el proceso de transición-, en el estado se abrieron 26 mil 7 carpetas por hechos delictivos.
Fue julio el mes en el que más archivos se abrieron con 7 mil 670 carpetas.
En agosto, mes en el que el también exsenador tomó protesta como gobernador e hizo cambios en los mandos de seguridad, cuando logró una disminución en el número de registros de investigaciones, con 6 mil 620 casos.
En septiembre se lograría otra baja en comparación con el mes anterior, con 5 mil 531 carpetas, sin embargo, al llegar a octubre la cifra reportaría nuevamente un alza al contabilizar 6 mil 186 carpetas, conforme con las cifras oficiales.
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Entre los delitos destaca que hubo un alza en los homicidios, se pasó de 124 a 136 carpetas de investigación entre septiembre y octubre; mientras que las lesiones pasaron de 410 a 490.
En tanto, la cantidad de feminicidios se mantuvo en cinco en los dos periodos.
