Uber, Cabify,Rappi, UberEats, Postmates y otros “trabajos” en los que las personas, “en sus ratos libres”, pueden emplearse a través de plataformas digitales, sólo están generando precariedad laboral por las condiciones propias del empleo.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la economía digital ha encontrado nuevas formas de precarizar el trabajo pues ninguna plataforma ofrece contratos laborales o prestaciones sociales, escudándose en la promesa de un “ingreso extra” y trabajo sin horario fijo.

Y es que, Uber, Uber Eats, Rappi, Cabify y otras plataformas digitales operan bajo un modelo en el que los trabajadores fungen sólo como contratistas independientes y las firmas no están constituidas como patrones.

Por ello, en un estudio la OIT advierte que lo más urgente es que en los países donde se está explotando este modelo de negocios, las políticas públicas centren su atención en todas las nuevas formas que toma el trabajo.

Para ello propone modificaciones en los mercados laborales para mejorar las condiciones de trabajo, pues de no regularse la operación de estas plataformas que subemplean a los habitantes, las próximas generaciones estarán conformadas por jornaleros digitales.

Y es que, la mayoría de estos trabajadores son jóvenes, hombres, con estudios medio superiores en su mayoría y el motivo más frecuente por el que se emplean en plataformas digitales es la obtención de un ingreso extra.

Sin prestaciones

En México más de la mitad de la gente que trabaja en el país se encuentra en situación de vulnerabilidad laboral, sin embargo, son quienes trabajan como repartidores a través de las aplicaciones quienes tienen un mayor riesgo debido a las labores pese a ello, en caso de accidentarse, la empresa que los subcontrató no está obligada a brindarles la prestación.

Por ello la OIT puntualiza la necesidad de atender el problema de la seguridad social. Afirma que las políticas laborales deberán encaminarse a universalizar la cobertura eficiente y eficaz de los sistemas contributivos, como el IMSS y el Issste en México. Además de adecuar los sistemas de protección social para respaldar también a los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores de plataformas digitales.

Otro de los factores que vulneran laboralmente a los trabajadores digitales es la duración de sus jornadas en relación con sus ingresos. Como no tienen contratos, no tienen salarios fijos y por tanto sus ingresos dependerán de lo que trabajen.

Algunas de las plataformas castigan de algún modo cuando un trabajador decide declinar las solicitudes laborales que le aparecen digitalmente. La OIT sugiere que los gobiernos establezcan legalmente el derecho a la desconexión digital, que permita a los trabajadores disfrutar de sus tiempos libres o en este caso, decidir sin repercusiones cuándo trabajar y cuando no.

México, por ejemplo, es uno de los países que registra jornadas laborales más extensas en el mundo. Su jornada promedio semanal asciende a poco más de 42 horas semanales. Del total de trabajadores que se identifican como no remunerados o independientes, como los de las plataformas digitales, afirma laborar jornadas semanales de más de 48 horas, de acuerdo con cifras de la ENOE.

Por ello la OIT urgió a los gobiernos a atender estas nuevas necesidades de la economía digital poniendo como prioridad la prevalencia del trabajo decente en todos los rubros laborales.

Con información de El Economista