Desde 1917 hasta la fecha, la Constitución han sido reformada en 707 ocasiones, a través de 233 decretos aprobados por el Constituyente Permanente, haciendo de la Constitución Política de México una de las más reformadas en todo el mundo.

De acuerdo con la investigación elaborada por la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD), en el documento titulado “Las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, apunta que, más que las reformas constitucionales en México, contrario a lo que sucede en otras democracias, han sido una constante.

Ejemplo de ello es la Constitución de los Estados Unidos, promulgada en 1787, ha tenido solo 27 enmiendas en 231 años; la Constitución española de 1978 ha sido reformada solamente en tres ocasiones y la Constitución de Brasil de 1978 ha sido tocada por 70 decretos de reforma constitucional desde su publicación.

Resultado de las adiciones y modificaciones al texto constitucional realizadas en el último siglo, de 1917 a 2018, el tamaño de nuestra Constitución creció cinco veces, al pasar de 21 mil 382 palabras a las 111 mil 783 palabras que hoy la conforman (incluyendo los artículos transitorios), revela el estudio del IBD.

Los cambios

Los artículos constitucionales con más modificaciones han sido el 73 (facultades del Congreso), el 123 (trabajo), el 27(régimen de propiedad) y el 89 (facultades del Ejecutivo). Tan solo estos cuatro artículos se han modificado 144 veces, lo que representa el 20 por ciento del total de veces que se ha reformado la Constitución.

El documento del IBD explica que las reformas constitucionales son decisiones políticas trascendentales porque suponen cambios en la organización y ejercicio del poder político, la creación de instituciones, el reconocimiento de derechos y la adopción de valores, ideales y principios fundamentales.

En México, dicho mecanismo se ha usado para atender problemas sociales, emprender procesos de reforma política y económica del Estado, o bien como una vía para la implementación de agendas y programas gubernamentales que buscan trascender a lo largo del tiempo.

También se destacó que durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, se reformó la mayor cantidad de artículos constitucionales en toda la historia del país, luego del impulso de una amplia y variada agenda de compromisos plasmados en el Pacto por México, suscrito por las tres principales fuerzas políticas al inicio de la administración.

Fue así como del 1 de diciembre de 2012 al 27 de agosto de 2018, se aprobaron modificaciones a 155 artículos de la Constitución por medio de 28 decretos de reforma constitucional.

Por ello, el IBD propone que, en el contexto político actual, sería oportuno analizar la viabilidad de adoptar en nuestro país la figura del referéndum ciudadano para validar las reformas constitucionales, como una medida para fortalecer democráticamente al poder revisor de la Constitución.

Con ello no solamente obligaría a generar un mayor consenso político en torno a las reformas constitucionales, sino que abonaría a la legitimidad de los ajustes y adecuaciones a los principios fundamentales plasmados en nuestro máximo código político.

Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador en el marco del 102 aniversario de la Constitución de 1917, abrió la puerta para tener una nueva Carta Magna.

Calificó a la actual como “parchada”, pero aclaró que ahora mismo no hay condiciones para cambiarla, por lo que esa posibilidad no es una prioridad para su gobierno.

“Buscamos una nueva transformación y correspondería tener una nueva Constitución. Pensamos que no hay condiciones para eso, porque tenemos otras tareas más importantes… se optó por hacer propuestas de reformas a la actual Constitución, que consideramos tienen la misma importancia, la misma profundidad que una nueva Constitución, que no debe de descartarse, pero que podría dejarse para el porvenir”.

Fuente: Vorágine.com.mx