Redacción

Respirar aire mezclado con metales pesados, óxidos de nitrógeno y partículas finas se ha relacionado con una variedad de condiciones de salud crónicas, que incluyen problemas pulmonares, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer. Y también daña la salud de las abejas, aumentando su peligro de extinción.

Así lo advierte un nuevo estudio de la India que advierte cómo la contaminación del aire puede estar afectando la salud de las abejas. Estos efectos pueden no matar a las abejas por completo. Pero al igual que los humanos, los investigadores encontraron que la contaminación del aire hace que las abejas sean más lentas en sus actividades diarias y podría acortar sus vidas.

Científicos de la India que estudiaron la abeja gigante asiática, una especie silvestre nativa del sudeste de Asia, encontraron que las abejas en áreas muy contaminadas no visitaban las flores con tanta frecuencia, tenían respuestas circulatorias negativas y morían más rápidamente en cautiverio que las que se encuentran en áreas menos contaminadas o zonas rurales.

Las abejas que vivían en áreas contaminadas también tendían a tener latidos cardíacos irregulares y niveles más bajos de células sanguíneas. La contaminación del aire también provocó una mayor expresión de genes relacionados con la inmunidad y el estrés, lo que a su vez podría acortar su vida útil, dicen los investigadores. Las moscas de la fruta criadas en laboratorio expuestas al mismo aire tóxico durante diez días mostraron síntomas similares.

El estudio es el primero en proporcionar evidencia completa de que los insectos son especialmente sensibles a las partículas en el aire. Y eso podría ser una mala noticia para los cultivos que dependen en gran medida de los polinizadores. Según una estimación, el 53 por ciento de los mangos desaparecerían sin los insectos polinizadores.

El estudio dice que los nuevos hallazgos deberían hacer que los líderes mundiales reconsideren su enfoque sobre la contaminación del aire. Los objetivos actuales de aire limpio tienen en cuenta principalmente la salud humana, señala. Pero considerando los beneficios que brindan las abejas y otros insectos, dice, debemos esforzarnos por lograr estándares de calidad del aire que también sean seguros para ellos.

Con información de Plumas Atómicas