Este jueves 17 de febrero se cumplen 80 años de la fundación del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla (OANTON), el cual marcó el inicio de la Astrofísica moderna en nuestro país, produjo descubrimientos astronómicos importantes y fue la simiente de otros observatorios mexicanos y del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).

El OANTON cumple ocho décadas de existencia con su telescopio histórico, la Cámara Schmidt, aún trabajando en el monitoreo y estudio de asteroides cercanos a la Tierra, y con un proyecto de digitalización de las casi 16 mil placas astrofotográficas obtenidas con el mismo. Esto permitirá a las futuras generaciones continuar explotando científicamente el legado de los astrónomos del Observatorio.

El OANTON fue fundado en 1942 por Luis Enrique Erro, jurisprudente, político y astrónomo aficionado a la observación de las estrellas variables. El OANTON constituyó el primer esfuerzo de descentralización de la ciencia en México.

El Observatorio fue equipado con una Cámara Schmidt armada en los talleres de la Universidad de Harvard. Seducidos por el proyecto de Erro, en Tonantzintla convergieron algunos de los jóvenes físicos, matemáticos, astrónomos y técnicos más talentosos y entusiastas de aquella época: Guillermo Haro, Luis Rivera Terrazas, Carlos Graeff, Fernando Alba, Félix Recillas y Enrique Chavira, entre otros. De especial relevancia resultó la contratación de la astrónoma Paris Pishmish, egresada de Harvard, quien fue la primera maestra de Astronomía en México.

Con la Cámara Schmidt se estudiaron a profundidad vastas regiones del firmamento y se realizaron importantes descubrimientos de objetos celestes. El nombre de Tonantzintla apareció en los catálogos internacionales y se convirtió en referencia obligada para los especialistas. Algunos de los descubrimientos que se hicieron en el Observatorio obtuvieron el reconocimiento internacional y colocaron a México en un lugar destacado de la astronomía mundial.

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Para José Ramón Valdés, coordinador de Astrofísica del INAOE, este aniversario es muy importante: “La Cámara Schmidt inauguró la etapa de la Astrofísica moderna en México. Fue el primer telescopio que permitía hacer observaciones desde un punto de vista muy profesional, era un tipo de instrumento que en ese momento se estaba instalando en muchas partes del mundo para construir catálogos estelares, y que al mismo tiempo permitía estudiar las propiedades físicas de los objetos astronómicos. Tenemos un telescopio que va a cumplir 80 años y que todavía se mantiene funcionando, haciendo observaciones profesionales. En particular, hoy en día está particularmente dedicado a hacer observaciones fotométricas de asteroides cercanos a la Tierra”.

Entre los descubrimientos más importantes realizados en el OANTON están los objetos Herbig-Haro, observados por Guillermo Haro en Tonantzintla y por George Herbig en Estados Unidos, además de “algunas estrellas azules cerca del polo galáctico, cuando se pensaba que este tipo de objetos era más común en los brazos espirales. También se descubrieron galaxias activas que se conocen justamente con el nombre de TON, porque fueron observadas en el observatorio de Tonantzintla”.

Pese a los avances, el OANTON sigue vivo y se le ha dado nueva vida a la Cámara Schmidt: “El grupo de Planetas Menores, y sobre todo los estudiantes del posgrado de Ciencia y Tecnología del Espacio, están usando con mucha frecuencia la Cámara Schmidt para la observación de parámetros físicos de asteroides cercanos a la Tierra, en el desarrollo de sus proyectos de tesis, entonces la Cámara Schmidt sigue haciendo investigaciones profesionales a pesar de ser un telescopio que va a cumplir 80 años”.

Actualmente hay un proyecto de digitalización de las placas astrofotográficas tomadas con la Schmidt entre 1944 y 1994, el cua es liderado por José Guichard Romero, investigador de la Coordinación de Astrofísica del INAOE-

La digitalización de la colección permitirá hacer, entre otros, estudios de variabilidad o ver cómo se han movido algunas estrellas en el cielo (movimiento propio le llaman los astrónomos), y por supuesto el análisis espectroscópico de muchas placas, todavía de gran interés astronómico.

Una vez que estén todas las placas digitalizadas se pondrán al servicio primero de la comunidad del INAOE y después de las comunidad nacional e internacional.