Un nuevo estudio realizado por el Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), advierte que 74 de cada 100 mexicanos que nacen en pobreza mueren en esa condición, siendo las mujeres el grupo más vulnerable y con menos oportunidades.

El documento “Movilidad Social en México 2019” basado en la encuesta ESRU de Movilidad Social en México (ESRU-EMOVI), hace un llamado al estado a generar oportunidades iguales a las personas y puedan así acceder a un crecimiento personal y profesional justo en un mejor entorno social y económico.

Resalta que no es solo la escala social en la que se nazca el factor determinante para acceder a un mejor nivel social, educativo y económico, también influye el lugar de nacimiento, el sexo e incluso el color de piel.

Ejemplo de ello es el contraste que se observa en la región sur y norte del territorio; en el caso de la región sur, se advierte de una situación “de nulas posibilidades de ascenso social” (86 de cada 100); mientras que en la región norte se puede observar que tienen mayor posibilidad para salir de la pobreza (54 de cada 100).

Estos factores también se repiten en el caso de la movilidad educativa, donde los hijos padres con mayores niveles de educación, también alcanzan una formación profesional, lo que significa una tasa 12 veces mayor que los hijos de los padres sin escolaridad.

La desigualdad de oportunidades presente en los empleos es otro factor que afecta el crecimiento de movilidad en la población, por lo tanto, se menciona que únicamente el 3 por ciento de los hijos de padres con ocupaciones agrícolas alcanzan el nivel ocupacional más alto mientras que los hijos de padres con ocupaciones no manuales de alta calificación (directivas o estudios profesionales) presentan una probabilidad de 34 por ciento de lograrlo.

Mujeres, con menos posibilidades

Aunque los hombres y mujeres que nacen en condiciones de pobreza estan en “igualdad de condiciones”, continuarán siendo las mujeres las que tiene menos posibilidades de superar la pobreza, con logros más limitados que los de los hombres con condiciones de origen equivalentes, y se agudizarán cuando parten de posiciones menos favorables.

“Si una mujer nació en condiciones de pobreza, tendrá menos probabilidades que un hombre de escapar de esta. Asimismo, si sus padres tienen bajos niveles educativos, tendrá más probabilidades de quedarse con baja educación que un hombre”.

Una causal de este panorama es que las mujeres están presentes en un 43 por ciento en el mercado laboral y este desciende hasta 36 por ciento cuando tienen hijos menores de 6 años. En cambio los hombres, participan en un 82 por ciento.

Lo más preocupante es que la limitada movilidad social va en aumento, ya que en el reporte anterior eran 70 personas en promedio nacional las que nacían y morían en pobreza, información que corresponde a la encuesta de 2013 con base en datos de 2011.

Para leer el estudio completo da clic aquí.