Dos subespecies de jirafa ya entraron a la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especies en “peligro crítico de extinción”, lo cual lo pone a dos clasificaciones de la desaparición.

Se trata de las subespecies Kordofan y Nubia, mientras que otra subespecie, la reticular aparece clasificada como “peligro”.

Mientras, las Thornicroft y la de África Occidental, especie más común que se haya en los zoológicos, están en la lista como “vulnerables”. La subespecie llamada Rothschild, con manchas muy oscuras, está “en riesgo”.

Solamente la jirafa de Angola es la única que no está en peligro de acuerdo a la Fundación Internacional para la Conservación de Jirafas.

Incluso especialistas advierte que su población está en mayor peligro que el gorila.

De acuerdo con los activistas, la población está disminuyendo con sólo 68 mil ejemplares maduros en el medio silvestre en toda la sabana africana. No se sabe si existe un plan de recuperación activo, lo que es muy alarmante.

Finalmente y como era de esperarse la mayor amenaza de las jirafas son los humanos, pues el crecimiento de la población humana en África representa la pérdida de su hábitat, aunado al aumento del desarrollo en la agricultura, la minería, la caza ilegal, el aumento del contacto entre humanos y la vida silvestre, factores que la están empujando a la extinción.