Lalo Rivera y su affaire comprometido
El ex alcalde panista sabe que tiene capital político, aceptación ciudadana y que su partido le hacía daño en su aspiración por repetir en el cabildo angelopolitano. El gran jefe, el que pretende mandar, se dio cuenta y, ni tardo ni perezoso, tiró el anzuelo.
Lalito, lo cachó, no lo soltó, e inició las charlas con los enviados del cerro en coincidencia con el primer caso de COVID/19 en Puebla. Refieren los que están enterados que incluso, en el ánimo de la discreción política, se llevaron a cabo fuera de la ciudad.
A mitad de 2020, cuando los acuerdos se empezaban a amarrar con apretones de
manos, quedó al descubierto el doble (¿o triple?) juego y los panistas de cepa empezaron a cuestionarlo a través de las redes sociales. Incluso personalmente.
El toluqueño avecindado en Puebla lo negó, intentó convencerlos de rumores sin fundamento.
Mintió.
Hoy, su candidatura está acompañada en los cargos de su planilla por políticos que antes fueron morenovallistas, ex militantes, simpatizantes de Morena, y representantes de la derecha poblana y el conservadurismo camotero.
David Méndez Márquez, el hipócrita
Aún más, estudiosos y enterados en lides de la política refieren ya un acuerdo entre Eduardo Rivera y David Méndez Márquez.
A David le han inventado traición al jefe. Ocultando que al final de la obra se conocerá, en un solo acto, cargado de buen humor y ligereza que la pretensión era divertir al respetable.
Es un sainete adaptado desde las alturas del cerro para el final de la obra 2021. Actores secundarios, son Claudia Rivera y Alejandro Armenta, ignorantes del honor de participar.
Y ya, 16 periodistas y analistas políticos, más los que se sumen y que escriben sus serias reflexiones en la prensa poblana, se han cansado de repetir lo que será la gran estafa del 2021 en Puebla: David Méndez Márquez es un traidor, le jugó las contras a Miguel Barbosa Huerta.
Desleal y conspirador. Infiel, desleal y pérfido. Perjuro y felón. Traicionero.
¡Pamplinas!
Ingrato papel para un digno representante.
Es un sainete.
El chiste es partirle su madre a Claudia.
Es cuanto.
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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.
