Unos 200 millones de migrantes enviaron 481 mil millones de dólares a países que dependen de las remesas, de los cuales 466 mil millones se dirigieron a naciones en desarrollo en 2017, contribuyendo al sustento de 800 millones de personas en el mundo.

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en el marco de la celebración del Día Internacional de las Remesas Familiares, el 16 de junio, en su reporte destaca que la cifra enviada por los migrantes es más del triple de la asistencia oficial anual para el desarrollo que los países destinan a ayuda.

Estimaciones del organismo de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Roma, mostraron que entre 2015 y 2030 se enviarán 6.5 billones de dólares en remesas a países en desarrollo, con más de mil millones de emisores y beneficiarios.

Casi la mitad de esas remesas se destinarán a zonas rurales en las que se registran las tasas de pobreza y hambre más elevadas y el 75 por ciento de las mismas será gastada para cubrir necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud.

Es por ello que Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA, los gobiernos deben diseñar un esquema que les permita más allá de reducir el hambre y la malnutrición, les ayude a mejoran los niveles de educación y salud, y saquen a las personas de la pobreza, el cual es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la comunidad internacional fijó hace tres años.

“Las remesas son fundamentales para millones de familias, pues les ayudan a encarar sus propias metas de desarrollo, pero podemos ayudarles a hacer más y a construir su futuro a más largo plazo”, señaló Houngbo.

Su postura coincide con la aprobación de la Asamblea General de la ONU de una resolución en la que apoya este Día Internacional y que subrayó el papel fundamental que desempeñan las remesas en el desarrollo sostenible.

Y es que, con el 25 por ciento restante de las remesas, esto es, más de 100 mil millones de dólares, se puede invertir en activos financieros y tangibles, como por ejemplo ahorros o la creación de pequeñas empresas que se conviertan en agentes de cambio para sus comunidades.

Acercar servicios financieros

El reto para logar un desarrollo sostenible será acercar a los receptores de las remesas servicios financieros básicos que les permitan dar un uso productivo de su dinero, pues en la actualidad, la mayoría de las remesas siguen recibiéndose en efectivo y son consumidas de forma inmediata.

Y es que, el envío de remesas tiene un elevado costo que ronda entre 7.13 por ciento de lo enviado, mientras que en algunas zonas de África el costo se eleva hasta el 9.3 por ciento, cifra que alcanza hasta los 20 mil millones de dólares de lo que envían los migrantes.