En el Estado de México, con 39 votos a favor, 19 en contra y la ausencia de 17 diputados que votarían en contra, se aprobó la nueva Ley de Seguridad Social local que incrementa la edad de jubilación de 62 a 65 años y plantea la migración del sistema de pensiones a las Afores.

Aunque estas medidas solo afectarán a los nuevos servidores públicos, destaca la ausencia de todos los legisladores que durante las discusiones se pronunciaron en contra, mismos que inexplicablemente decidieron faltar el día en que debían ser congruentes con sus palabras.

Los ausentes fueron Patricia Durán, Beatriz Medina, Guadalupe Ordaz y Abel Valle, todos ellos de Morena; Edwin Álvarez, Areli Hernández, Sergio Mendiola, Raymundo Garza y Alejandro Olvera del PAN.

Por parte del PRD faltaron Juana Bonilla, Martha Angélica Bernardino, Jesús Sánchez Isidoro, Yomali Mondragón y José López Lozano y de Movimiento Ciudadano Jacobo Cheja y Miguel Xolalpa.

También destaca el hermetismo en el que se realizó la sesión: a puerta cerrada y sin la lectura de la propuesta de ley.

En menos de 20 minutos los legisladores del PRI, PAN, Panal y PES, asestaron un golpe a los integrantes del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de México y Municipios (Suteym), quienes clausuraron los accesos al recinto para impedir la sesión, sin embargo los diputados ya se habían prevenido y ya estaban dentro del lugar.

Además de aumentar la edad de jubilación, en la nueva ley se da un plazo de tres meses para que los burócratas del Estado de México decidan si se quedan en el actual esquema mixto y solidario, en el que aportan cuotas a una bolsa para pagar las pensiones o bien, se pasan a una Afore.

Al mismo tiempo también se aprobó –sin discutir- otra iniciativa de Alfredo del Mazo, la reestructuración de la deuda pública por 43 mil 600 millones de pesos.

Cabe recordar que en la próxima legislatura, en el Estado de México, la mayoría también será de Morena.