18 Enero 2021
306 días en aislamiento voluntario
Semáforo rojo

Querido Jeremy,

Espero que te encuentres muy bien, soportando el frío de este invierno que nos arrastra con cada unos de sus atardeceres y haciendo frente a este periodo de pandemia. Ha terminado el 2020 y creo que muy dentro de nosotros pensábamos que veríamos un cierre definitivo de la tragedia que fue el año, que quizás comenzaríamos el nuevo ciclo con un cambio positivo. Hasta ahora, nada de optimismo.

¿Cómo estás?

Me ha dado gusto saber que te han vacunado ya. Los trabajadores en primera línea de asistencia deben, sin duda, ser los primeros en acceder a la vacuna para poder continuar cuidando a los demás. Pensaba hace unos días que particularmente ahora es cuando se pone a prueba la vocación de quienes tienen profesiones que demandan sacrificios inimaginables, indecibles, como son los médicos y enfermeras, pero también los profesores que han debido cambiar la manera de enseñar en cosa de semanas, los terapeutas, los trabajadores sociales, etc.

Para nosotros en México han sido semanas de volver a la que había sido la parte más difícil de lidiar la pandemia en Marzo y Abril. Casi todo se encuentra cerrado nuevamente y la segunda oleada, que ahora corretea a una tercera, nos muestra que Marzo no fue, ni por mucho, lo más duro de lo que esta pandemia nos hará padecer. Estamos tratando de seguir los lineamientos del semáforo rojo, pero ahora con una población cansada, harta, herida, en crisis, con pérdidas terribles y problemas que suman cada día a la sensación de ahogo. Las festividades decembrinas nos han pasado una factura dolorosa y vemos un aumento vertiginoso de casos Covid mientras nuestros hospitales llegan a capacidad. No nos podemos enfermar de covid19 ni de otra cosa porque, de hacerlo, existe la posibilidad de no poder encontrar espacio en hospital privado o público. 

Tengo un amigo que me hace burla cuando le digo que seguimos en encierro y dice que somos la clase media que cree que aislandose del mundo se va a salvar de la pandemia. Muy Decameroniano. Y es cierto en el sentido de que el aislamiento se ha vuelto un recurso que sólo la clase media con recursos puede mantener por tanto tiempo. Quienes viven al día deben salir a buscar el sustento de sus familias y no hay nadie que pueda recriminarles esto. Pero expone la crudeza de un sistema que castiga a los más necesitados con las mismas herramientas con las que les prometió salir de la pobreza: salir a trabajar. Es una injusticia terrible que tendremos que enfrentar y cuestionar como sociedad más temprano que tarde.

Por ahora, sin embargo, nos entretenemos esperando el cambio de poder para tu país. Contamos los días con impaciencia para ver si la democracia que ha aleccionado al resto del mundo por generaciones vuelve a hacer una escenita como la del 6 de Enero. Sólo bromeo, claro, pero debemos admitir que fue bastante surreal la toma del Capitolio ¡No creíamos lo que estaban viendo nuestros ojos! Supongo que para nosotros, los latinoamericanos, lo que sucedió en el Capitolio fue como ver  una escena trágica cómica de lo que nuestros países han sufrido por generaciones a causa del intervencionismo gringo.

Como estadounidense debe ser muy extraño ver a una figura tan turbia como Trump poner al país de cabeza protegiendo sus intereses personales. Y es más extraño aún observar que las redes sociales, que se han establecido como las plataformas de la libertad de expresión mundial, hayan tomado este momento, de todos, para censurar discursos que en tantos instantes han permitido, socavado, encausado y hasta motivado. Más que nunca, es quizás importante regresar a la mesa de debate los argumentos de Julian Assange quien, hace ya una década, advertía sobre los lazos que unían a las grandes corporaciones tecnológicas con las compañías de servicios de seguridad. Su libro “Cuando Google conoció a Wikileaks” habla a detalle sobre la recopilación de datos y los usos de esos datos a través de las redes sociales, que sirven para hacer alianza con el poder más perverso, rancio y arraigado en los grandes sistemas supraestatales a quienes sólo interesa el dinero.

Jeremy, quisiera alargar más esta conversación, pero tengo aquí a un niño pequeño en pijama a rayas que ya pide que lo lleve a dormir. Espero que todo vaya tranquilamente en estos días, que no haya más sorpresas y que poco a poco empiecen a gotear allá y aquí también las buenas noticias. 

Extraño mucho tu amistad.

Te abrazo con cariño

Siempre

Bilhá

Twitter: @Clitemnistra


Periodista. Escribe sobre asuntos internacionales, crisis, conflicto y periodismo. Previamente corresponsal en Jerusalem.