Redacción

Antes de ser extraditado a México, Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, informó que la empresa brasileña Odebrecht pagó 4 millones de dólares, y estos fueron usados en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012.

La supuesta revelación es el primer golpe directo al gobierno que encabezó Enrique Peña Nieto y que además tiene más implicados.

De acuerdo con Lozoya el dinero fue usado para el pago de consultores extranjeros que Luis Videgaray Caso, entonces coordinador de la campaña presidencial, contrató para asesorías electorales.

Más tarde, con Peña Nieto en la presidencia, Odebrecht pagó 6 millones de dólares al gobierno priista por el beneficio de contratos, y para ofrecer sobornos a los legisladores a fin de garantizar la aprobación de la Reforma Energética en 2014.

Mientras que en 2013 la constructora Odebrecht un contrato por mil 436 millones de pesos para obras en la antigua refinería de Tula, que debería haberse licitado públicamente. A cambio de ello, Odebrecht le pagó 6 millones de dólares, de los cuales 5 millones fueron directamente a una cuenta a nombre de la empresa familiar Zecapan.

Con dichas revelaciones Lozoya buscará librarse de los cargos imputados en su contra: lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, según informa el diario Reforma, quien tuvo acceso a un documento que preparó Emilio Lozoya para explicar cómo se tejió la red de sobornos en el sexenio de EPN y así ampararse en el “criterio de oportunidad” ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, los integrantes del primer círculo de Peña Nieto no fueron los únicos beneficiados, ya que, de acuerdo con el diario, el dinero también fue a parar a manos de legisladores para que le dieran luz verde a la Reforma Energética de 2014.