44 años después el Volcán de Fuego volvió a despertar dejando a su paso a la comunidad “El Rodeo” completamente sepultad bajo lava y ceniza; 31 personas fallecidas, más de 20 heridos y 3 mil 200 personas evacuadas.

El coloso volvió a despertar con una intensidad no vista desde hace 44 años, para en segundos expulsar un mar de ceniza y lava que tomó desprevinidos a varias personas quienes no pudieron salvar su vida.

Tras las primeras exhalaciones, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) inició la evacuación de tres departamentos aledaños al coloso: Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, zonas en las que se concetraron las mayores afectaciones.

El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala indicó que las columnas de ceniza llegaron a una altura de 10 mil metros sobre el nivel del mar.

Sin embargo, de acuerdo con los sobrevivientes las estimaciones de 31 defunciones son mínimas, pues algunos aseguran haber dejado atrás a familiares, mientras otros aseguraron ver como la lava y las columnas de ceniza atraparon a varias personas que también intentaban huir.

Horas después, Jimmy Morales presidente de Guatemala junto a su gabinete decretó la noche del domingo tres días de duelo y estado de emergencia o calamidad.

Finalmente el Instituto de Vulcanología de aquel país no descarta que continúe la reactivación del volcán, que después de 16 horas cesó tras la explosión.