Redacción PH

Con 202 votos a favor, 141 en contra y dos abstenciones, el Congreso de España votó para que la eutanasia sea legal en el país ibérico, convirtiéndose en el séptimo país del mundo que despenaliza el suicidio asistido.

De esta manera, España se une a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda, países en los que ya está despenalizada.

Con la medida, los pacientes que lo soliciten podrán recurrir al suicidio asistido y no solo en casos de padecimientos incurables que causen gran sufrimiento físico, como se estableció con anterioridad.

Para poder llevarla a cabo, el paciente deberá hacer dos solicitudes en 15 días, mismas en las que deberá dejar en claro que no hay presiones externas que lo orillaron a solicitarla.

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Para el procedimiento se asignarán dos profesionales externos al caso para que examinen la solicitud. Posteriormente, el dictamen de ambos se trasladará a una comisión creada por cada Comunidad Autónoma de España, que validará o rechazará su decisión.

Si se le es autorizado y en caso de que el paciente tenga dudas, puede cambiar de parecer o pedir que se retarde el suicidio asistido.

La nueva legislación entrará en vigor dentro de tres meses, regula la “administración directa al paciente de una sustancia por parte del profesional sanitario competente.” Asimismo, controla “la prescripción o suministro al paciente por parte del profesional sanitario de una sustancia, de manera que éste se la pueda autoadministrar para causar su propia muerte”.

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Además, solo podrán a ella quienes sean mayores de edad de nacionalidad española o ser residentes legales en ese país o contar con un certificado de empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en el territorio superior a doce meses.