Gabriela González, alumna de Ingeniería Industrial en el Tecnológico de Monterrey, Campus Saltillo, desarrolló un biocombustible hecho con residuos de comida capaz de reducir el dióxido de carbono que emiten los automóviles.

El proyecto denominado “Nolex” está creado a base de recursos biodegradables, como las cáscaras de plantas y algunos frutos ricos en celulosa.

Este producto pretende convertirse en una alternativa de biocombustible que, además de ser amigable con el medio ambiente, tendrá un menor costo que la gasolina convencional.

La alumna explicó que este desarrollo funciona como aditivo para los combustibles convencionales. Sin embargo, podrá reemplazarlos mediante un proceso de transición de dos meses.

El carro tiene que acostumbrarse al cambio de combustible, por lo que hay que ir sustituyendo la gasolina por Nolex periódicamente, hasta que el reemplazo sea total.

La idea de crear este proyecto surgió durante el Bus Challenge 2017, competencia en donde se desarrollan ideas de negocio a bordo de un autobús mientras se viaja al INCmty, el festival de emprendimiento más importante de Latinoamérica, al cual llegó  a la semifinal junto con su compañero Jorge Nájera llegaron con la generación de su biocombustible.

Actualmente, el producto se encuentra en proceso de validación e investigación bajo la asesoría del área de emprendimiento del campus Saltillo.

Una vez validado, la estudiante comenzará su fabricación, para luego establecer la primera distribuidora de biocombustible en el norte del país.