Redacción PH

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció este viernes nuevos cargos por tráfico ilegal de fentanilo, armas y lavado de dinero en contra de integrantes del Cártel de Sinaloa, entre ellos los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

En un comunicado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, destacó que las acciones van dirigidas a “la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo”, dirigida por el citado cartel y “alimentada por compañías farmacéuticas chinas”.

Los cargos en los distritos federales del Sur de Nueva York, el Norte de Illinois y el Distrito de Columbia son contra 28 miembros, incluidos Iván Guzmán Salazar, de 40 años; Alfredo Guzmán Salazar, de 37; Joaquín Guzmán López, de 36 y Ovidio Guzmán López, de 33.

También hay señalamientos contra presuntos proveedores de productos químicos, supervisores de laboratorio, traficantes de fentanilo, jefes de seguridad, operadores financieros y traficantes de armas, las imputaciones son contra ciudadanos chinos y guatemaltecos.

Hasta ahora hay ocho de los imputados arrestados y bajo custodia de autoridades policiales fuera de Estados Unidos.

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Las acciones de este viernes, según la gestora de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés), Anne Milgram, manda “el mensaje claro a los ‘Chapitos’, el Cártel de Sinaloa y las redes criminales de droga de todo el mundo de que la DEA no se frenará ante nada para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y de los estadounidenses”.

El Departamento de Justicia apunta que presuntamente usaron aviones de carga, aeronaves privadas, submarinos y otras embarcaciones sumergibles y semisumergibles, portacontenedores, embarcaciones de suministro y pesqueras, lanchas rápidas, autobuses y vagones de ferrocarril, entre otros, para transportar sus drogas y precursores químicos.

Además, el Departamento de Estado, a través de su Programa de Recompensas contra los Narcóticos, ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca al arresto o la condena de Iván, Alfredo y Ovidio Guzmán, y hasta 5 millones por Joaquín.

Ovidio y su hermano Joaquín presuntamente ayudaron a que el Cártel de Sinaloa pasara al tráfico de metanfetaminas, produciendo cantidades enormes en grandes laboratorios. En 2018, fueron imputados en Washington con cargos de narcotráfico.

Se cree que los otros dos hijos —Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar— han estado dirigiendo operaciones del cártel junto con Ismael “El Mayo” Zambada. También han sido acusados por las autoridades estadounidenses en Chicago y San Diego.

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Según rumores, Zambada sufría problemas de salud y se había aislado en las montañas, lo que llevó a los hijos a tratar de asumir un papel más fuerte para mantener unido al cártel.

El Cártel de Sinaloa, según Estados Unidos, es el “más poderoso del mundo” y responsable en gran parte de la producción y manufactura de fentanilo para su distribución en Estados Unidos, donde esa droga, considerada 50 veces más potente que la heroína, es “la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años”.

Con información de AP.