El presidente de Bolivia, Evo Morales, tras ser declarado por cuarta ocasión presidente, criticó a la oposición acusándola de orquestar un “golpe”, luego de multitudinarias protestas que denunciaban que los comicios fueron manipulados.

El más reciente recuento oficial mostró que Morales obtuvo un 46.49 por ciento de los votos, cerca de 9.5 puntos por delante de su principal rival Carlos Mesa, pero por debajo de la ventaja de 10 puntos porcentuales que necesita para evitar una segunda vuelta.

Por ello, cientos de manifestantes enojados salieron a protestar sin embargo, el presidente Morales optó por asegurar que los hechos violentos fueron provocados por la oposición, quienes buscan dar un golpe de estado.

“He convocado a esta conferencia para denunciar ante el pueblo boliviano y el mundo entero: está en proceso un golpe de Estado. Anticipadamente, se prepararon la derecha con apoyo internacional para un golpe de Estado”.

Las protestas en Bolivia comenzaron luego de que el conteo oficial de votos se paralizó por casi 24 horas a partir de las últimas horas del domingo, el día que se realizó la elección.

Para entender: Entre acusaciones de fraude y protestas “reeligen” a Evo Morales

Fue entonces que Morales dijo que su partido obtendría un triunfo en primera rueda, pese a que los datos iniciales indicaban que el mandatario tendría que atravesar una segunda vuelta electoral para obtener una nueva reelección.

El ente oficial de auditar las elecciones y Gobiernos de otros países expresaron su preocupación por la integridad del proceso electoral.

La incertidumbre con respecto a los comicios bolivianos ha agitado a la nación andina que ha atravesado 14 años de una relativa estabilidad política y crecimiento económico, desde que Morales fue electo como presidente por primera vez en 2006, siendo el primer mandatario del país de orígenes indígenas.