En México, de 2012 a 2016, el gasto en salud per cápita sufrió una contracción de 4%, mientras que el número de usuarios de las instituciones y programas de salud se redujo en 5.6 millones de personas.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaría (CIEP), una disminución del gasto en salud podría, dependiendo el nivel de ingresos, incrementar el gasto de bolsillo de los individuos. Por otro lado, la reducción de recursos disponibles para atención a la salud también puede impactar al número de usuarios de las instituciones públicas de salud.

Para 2018, se estima que el gasto en salud per cápita se reduzca 5.5 por ciento respecto a 2012; al pasar de 3 mil 826 a 3 mil 615, en los mismos años.

Durante el mismo periodo, el presupuesto total destinado a la función salud se contrajo en 2% al pasar de 580 mil millones de pesos a 569 mil millones de pesos.

El gasto per cápita por afiliado se redujo en las instituciones que brindan servicios de salud a población asegurada: IMSS, ISSSTE y Pemex, 6 por ciento, 5 por ciento y 41 por ciento menos de 2012 a 2016, respectivamente.

En cambio, el gasto per cápita tuvo incrementos, en términos reales, de 0.35 por ciento y 3 por ciento para la población beneficiaria del Seguro Popular e IMSS – Prospera, respectivamente.