Germán Martínez Cázares, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presentó su renuncia al cargo, alegando que es la “injerencia perniciosa” de Hacienda lo que lo obligó a tomar la decisión.

Este martes, el IMSS presentó el comunicado con el que Martínez Cazares se despide del cargo a cinco meses de haber tomado protesta, con lo que se convierte en la primera renuncia de un titular de dependencia en la administración de Andrés Manuel López Obrador.

“Estoy consciente de los límites y de mis límites, puedo equivocarme, pero soy decente y tengo vergüenza pública, y con serenidad de ánimo, presento, en este momento, mi renuncia al cargo de Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social”.

En una larga carta el funcionario enumera las razones por las que decidió dimitir del cargo, advirtiendo como la más importe la injerencia perniciosa en el IMSS de la Secretaría de Hacienda, lo cual pone en “la vocación igualitaria, de justicia, y de prestación de servicios del instituto”.

Es su intervención y las reformas “cosméticas” que busca implantar el organismo que representa Carlos Urzúa Macías, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), lo que pone en peligro al organismo encargado de dar seguridad sociales a los trabajadores y que puede gastar hasta en un día mil millones de pesos.

“Ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo'”.

Señaló que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador proclamó el fin del neoliberalismo, en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal.

Incluso recuerda que el IMSS es un organismo autónomo, cuya gestión es gubernamental, pero también obrero y patronal, por lo cual administra su patrimonio con reglas especiales.

“Controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar con esa dinámica de solidaridad social propia del Instituto”.

Más adelante va contra la reforma “reglamentaria” que se está haciendo, advirtiendo que lo que necesita el instituto es una reforma que acople el sistema universal de salud y el modelo preventivo.

“Algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó”.

Mientras estas discusiones continúan, señala, muchos trabajadores están sin contrato, otros sin certeza laboral, al tiempo que aumentan las vacantes y crece el rezago en infraestructura.

“Los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentan; y si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo”.

Las consecuencias de un control de gastos, indica, tendrá dos consecuencias fatales, la primera directa “en los pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes”; y un segundo efecto indirecto: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que ocasionará mayor “gasto de bolsillo” de las familias cuando sus seres queridos tengan un padecimiento.

También destaca que los funcionarios de Hacienda no quieren dialogar con el IMSS y reclamó la relación entre ambos organismos debe darse en condiciones de certeza jurídica.

“Nadie, en su sano juicio, se hará cargo desde el IMSS, de instrucciones o resoluciones falladas sólo en la Secretaría de Hacienda”.

También indica que no hay iniciativas de “la burocracia de Hacienda” para dar seguridad social permanente a todos los jornaleros del campo, repartidores de comida o choferes, ni a los trabajadores de la construcción.

“Como sí hicimos con las trabajadoras del hogar, motivo y orgullo del IMSS lopezobradorista”.

Todas estas omisiones, recalcó, ya se han dado a conocer a las autoridades correspondientes, ya que tanto él como el Consejo Técnico son responsables de que el Instituto cumpla con lo aprobado por el Congreso de la Unión.

“Creo y defiendo al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque no es gerente de los que se creen dueños del país. No es florero de nadie, como el mismo lo dice. Yo seguiré su ejemplo: tampoco yo seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS”.