“La guerra de México contra el narcotráfico parece haber vuelto, y podría ser peor que la sangrienta ofensiva gubernamental contra los cárteles entre 2006 y 2012”, advierte Mark Stevenson, periodista de Associated Press (AP) en su artículo “México: Nueva guerra antidroga parece peor que la anterior”.

En 24 párrafos y desde Coatzacalcos, municipio veracruzano que hace unos días fue escenario de un ataque a un bar que suma 28 muertos, el periodista recoge testimonios de los deudos y advierte del escenario que tendrá la “nueva” guerra contra el narco y que ya se extiende por todo el país.

“Antes la peor parte de la violencia se limitaba a unas pocas ciudades; ahora se extiende por todo el país. Antes no era raro que las bandas matasen a adultos pero dejasen a los menores ilesos; ahora, el asesinato de menores junto a sus padres se ha convertido en algo demasiado frecuente.

Y el que quizás sea el cambio más desconcertante: la sangrienta violencia de los cárteles enojó a los mexicanos y acaparó la atención intencional por la guerra contra el narco, que registró 27.000 homicidios durante su apogeo en 2011. Hoy en día, aunque el número de asesinatos en el país se incrementó hasta cerca de 35.000 el año pasado, el derramamiento de sangre parece recibir menos atención y generar menos indignación”.

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No obstante, aunque entre 2006 y 20012 la guerra contra el narcotráfico se concentró en una serie de ciudades del norte como Ciudad Juárez, Tijuana, Culiacán, Reynosa y Nuevo Laredo, ahora su expansión por todo el país lo hace “más difícil de controlar”.

También señala como otra tendencia preocupante la de los menores, quienes son abatidos a tiros por los pistoleros que tienen como objetivo a un adulto.

“Los cárteles de Sinaloa y Juárez se enorgullecían en su día de sus asesinatos selectivos, que acababan con la vida de las personas señaladas pero dejaban al resto de los miembros de su familia ilesos.

Ahora, los niños mueren con una frecuencia escalofriante. En junio, un menor fue asesinado junto a su padre en el estado de Sonora. En julio, otro de 10 años murió durante un atraco en el estado de Puebla. En agosto, hombres armados irrumpieron en una vivienda en Ciudad Juárez y dispararon 123 balas que mataron a tres niñas, de 14, 13 y 4 años, además de a un hombre adulto que parecía ser el objetivo real del ataque”.

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Al respecto, Alejandro Hope, analista de seguridad en México, advierte que los paralelismos entre ese episodio y el actual son demasiado claros: “ataques incendiarios letales, cadáveres abandonados en pilas o colgados de pasos elevados, masacres en fiestas, videos de decapitaciones publicados en redes sociales”, lo cual ya debería haber causado indignación, sin embargo se ha reducido a “un déjà vu constante”.

Pese a las cifras Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se mantiene con un alto nivel de aprobación, pues los mexicanos le han brindado el beneficio de la duda.

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