El presente proceso electoral ha dejado en México 110 políticos asesinados, de los cuales 55 casos han ocurrido en Guerrero, Oaxaca y Puebla, siendo el PRI y PRD los partidos con el mayor número de víctimas mortales.

Lo anterior de acuerdo con datos del “Indicador de Violencia Política en México 2018” de Etellekt, que en su más reciente corte, del 2 de junio, ubicó a Puebla en el tercer lugar del ranking con 13 asesinatos, el más reciente el de Juany Maldonado, candidata a la diputación local del distrito 2 con cabecera en Huauchinango.

El primero lo mantiene Guerrero con 24 casos seguido de Oaxaca con 18.
En el caso específico de Puebla, las víctimas han sido de las tres coaliciones electorales, aunque es el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que más bajas ha reportado con cinco casos.

Por debajo de Puebla está Veracruz con ocho; Estado de México con siete y Chihuahua con 5.

En el plano nacional, nuevamente el partido tricolor ha sumado 37 bajas, seguido del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con 18 y el Partido Acción Nacional (PAN) con 13.

Con el homicidio el pasado fin de semana de Maldonado, Erika Cázares, regidora de Juan Galindo y Pamela Terán Pineda, candidata del PRI a concejal en Juchitán, Oaxaca, suman 15 mujeres asesinadas en la presente contienda.

En tanto se contabilizan 119 amenazas o actos de intimidación contra candidatos y precandidatos, de los que 40 han sido agresiones físicas, en 24 utilizaron arma de fuego, 14 fueron secuestrados, 12 reportaron heridas con arma de fuego y 22 fueron asaltados.

Sin embargo, Puebla también encabeza las lista en agresiones contra de políticos con 55 a nivel nacional y en segundo lugar está Guerrero con 46.

De igual forma se advierte que en el mapa de riesgos se ubican 33 municipios de Puebla, algunos de ellos del “Triángulo Rojo”, factor que estaría relacionado con la presencia de negocios delictivos como las tomas clandestinas que atraen a bandas delictivas “fragmentadas” y los cambios de gobierno en estados vecinos.