Puebla vive una crisis política, las fuerzas, estamentos, grupos, viven un proceso de reacomodo. El ejercicio del poder se encuentra pulverizado y en ese ambiente de total reajuste, no atan ni desatan y si generan problemas.

La sociedad, Puebla y sus habitantes no importan. Para quienes pretenden encabezar los próximos seis años y para quienes tratan de encontrar un lugar que les permita sobrevivir y garantizar su estatus, han olvidado a quienes votan.

En ese ambiente, destaca la labor del gobierno de Guillermo Pacheco Pulido. 

Los mismos que andan en un ambiente de zozobra lo reconocen. Su gestión ha sido clara y transparente, transmite la certeza de que su papel fundamental era darle equilibrio, tranquilidad y progreso a Puebla.

Lo ha logrado.

Las aguas de la política encontraron un remanso en su gestión.

Su trayectoria y experiencia, las tablas que tiene pues, lo han guiado para darle certeza al proceso que vive el estado.

Lo importante ahora para Pacheco Pulido es, está claro, la trascendencia.