Redacción

Héctor Alonso Granados, uno de los diputados que más críticas y sanciones ha recibido en lo que va de la LX Legislatura por sus actitudes y posturas misóginas y machistas, exigió que se le aumente el sueldo a él y todos los diputados.

Durante la sesión de este miércoles, el diputado sin partido externo su queja asegurando que los legisladores ganan menos que otros funcionarios y otros trabajadores de la Cuarta Transformación, por lo que demandó congruencia y exigió que se les aumente el sueldo.

Afirmó que hay directores de áreas del Legislativo que perciben un salario mayor, incluso al del presidente de la República, por lo que exigió el incremento o que bajen las percepciones de estos trabajadores.

Porque forma es fondo y en algunos casos usted protege no al legislador, sino al trabajador del Congreso. En lo federal nadie gana más que el presidente de la República, supuestamente. Aquí algunos funcionarios ganan más que los diputados. Incorrecto, o nos suben el sueldo a los diputados o se los bajan a los funcionarios.

El legislador tiene una dieta mensual de 61 mil 724.46 pesos, más el apoyo parlamentario de 60 mil pesos, lo que representa más de 120 mil pesos mensuales.

Además del ingreso mensual el legislador tiene derecho a un aguinaldo equivalente a un mes de salario, pese a ello fue de los diputados que rechazó la propuesta de entregar el dinero que reciben para su informe anual, y destinarlo para comprar equipamiento para los médicos y enfermeras que están atendiendo los casos COVID-19, y tampoco aceptó donar el 50 por ciento de la dieta para atender la emergencia sanitaria.

Alonso Granados también destaca por su baja productividad, pues como presidente de la Comisión de Seguridad Pública sólo sesionó en cuatro ocasiones antes de ser destituido del cargo.

Actualmente el legislador enfrenta medidas cautelares, dictadas por el Instituto Electoral del Estado (IEE), por haber incurrido en violencia política de género y actitudes misóginas en contra de diputadas en el Congreso de Puebla.

Sus demandas contrastan con las de millones de mexicanos que durante esta pandemia en el mejor de los casos han visto reducido su salario, otros fueron enviados a sus casas sin goce de sueldo, mientras que en los peores se quedaron sin empleo ante el cierre de empresas.