Reza así el primer párrafo del decreto que establece el “Hoy no circula”:

“DECRETO del Ejecutivo del Estado, que se establece la medida temporal “Hoy No Circula”, para la reducción de la movilidad de las personas, mediante la restricción de la circulación o tránsito vehicular, con el objeto de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV2 (COVID-19), entre la población en el Territorio del Estado de Puebla, como acciones de prevención y de combate de los daños a la salud.”

¿Se intenta reducir la movilidad de las personas restringiendo la circulación y tránsito de vehículos?

El afectado es el tránsito vehicular particular; aquel que transporta a una o dos personas en promedio a un destino predeterminado. Y se permite la libre circulación, sin restricciones del transporte público, masivo, colectivo, mercantil, de valores, paquetería, de emergencia, transporte de médicos, policía, guardia, mensajería, agua, refrescos, ambulancias… en fin. A quienes transportan mayor cantidad de personas.

Me obliga una reflexión: si fuera contingencia ambiental, tendría lógica la decisión del Ejecutivo del Estado del Hoy no circula. Pero se trata de una contingencia de salud.

Algo no cuadra.

Reducir el tránsito de vehículos no necesariamente reduce la movilidad humana.

Al tiempo.

Despensas

Escribe Octavio Augusto Navarrete Gorjón, cronista guerrerense, en Periodismo Hoy:

Las despensas se han adueñado otra vez del espacio público. Se critica que políticos de todo signo y nivel hagan presencia solidaria en la pandemia regalando apoyos alimenticios a las personas en necesidad… El Covid 19 ha logrado que muchos políticos, empresarios, iglesias, sindicatos, y toda clase de personas de bien realicen una verdadera cruzada alimentaria a favor de la gente.”

Ha sido siempre una medida con objetivos políticos, sin duda.

Pero a la gente le hace falta comer.

Y esta necesidad social legitima o valida el reparto de despensas.

Morir de Coronavirus o de hambre.

Y la gente prefiere lo primero, pero buscar comida y alimento para su familia es urgente. Viven al día.

Regalar despensas si reduce la movilidad de personas y reduce las posibilidades de contagio.

Y sí, Luis Miguel Barbosa Huerta ha enviado a equipos de personas a repartir, en colonias populares, despensas en pequeños costales que contienen cada uno: 4 kilos de frijol, 3 kilos de arroz, 1 kilo de azúcar, 1 kilo de lentejas, 10 latas de atún, 2 bolsas de avena, 2 litros de cloralex, 2 jabones zote, 6 paquetes de sopa de pasta, un paquete de papel sanitario, un kilo de sal, 3 latas de sardinas, 4 latas de chiles, 3 paquetes de galletas marías, 1 paquete de palanquetas y un paquete de alegrías.

Quienes saben de precios calculan que las mercancías de la despensa tienen un precio alrededor de 800 pesos.

Buena decisión.

Mis contactos digitales:

@luisenriquesf
facebook.com/luisenrique.sanchezfernandez
facebook.com/luisenriquesf
instagram.com/Luisenriquesf
luisenriqueph051@gmail.com


Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista