Redacción PH

Durante enero de 2022, la ‘cuesta de enero’ se materializó al registrarse una inflación del 7.07 por ciento, y aunque la cifra representó una leve baja, el nivel observado fue el mayor para un arranque de año desde el 2001, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) su variación fue 0.59 por ciento menor respecto al mes anterior, mientras que en comparación con el mismo mes de 2021, la inflación mensual fue de 0.86 por ciento y la anual de 3.54 por ciento.

En contraste, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, registró una variación del 6.21 por ciento, su mayor nivel desde septiembre de 2001, comparado con el 5.94 por ciento del mes previo.

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Una vez más el alza de los precios de las mercancías fueron la mayor presión para el índice general, ello ante los choques de oferta que se han observado en los últimos meses.

De esta manera, las mercancías se encarecieron 7.86 por ciento en comparación con enero del 2021, mientras que los servicios presentaron una tasa anual de 4.86 por ciento.

De esta forma, la inflación subyacente se ubicó en 6.21 por ciento anual. Esta inflación elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles, y es en la que el Banxico se fija para tomar su postura monetaria.

En el caso de la inflación no subyacente, se ubicó a un nivel de 9.66 por ciento anual en enero. Dentro de esta, los agropecuarios se encarecieron 15.32 por ciento y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno en 5.56 por ciento.