Alfonso Esparza Ortíz, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla finalizará su gestión al frente de la Institución. Las condiciones le exigen, le reclaman, lo han convencido y su decisión ha sido universitaria.

Las condiciones políticas internas del proceso de sucesión rectoral y el ambiente político externo a la BUAP y que invade varias instituciones, lo han convencido de continuar hasta el 4 de octubre de este año.

Abona a que los siguientes 9 meses transcurran sin que variables internas lo alteren.

Ahora, las condiciones de sucesión se presentan diferentes a otros momentos en la historia universitaria.

46 años y 12 gobernadores habían mantenido una relación política e institucional que permitía el respeto y la sana convivencia entre Universidad y gobierno. No es el caso actual. El desequilibrio interno está siendo promovido desde afuera.

Se rompe la costumbre de los dos anteriores rectores Enrique Doger y Enrique Agüera, de dejar inconcluso su período para luchar por un puesto de elección popular en elecciones ciudadanas.

Esparza Ortíz reúne las condiciones para competir en el proceso electoral de este 2021. Ha construido una imagen ciudadana que provocó la invitación de varios partidos, de diferentes ideologías y trayectorias, como garante de convocar el voto ciudadano para las siglas partidarias que lo arroparan.

Decidió priorizar la estabilidad universitaria y garantizar, con su gestión hasta el último día de su período que la estabilidad garantizara una sucesión sin problemas.

Pospuso o canceló intereses personales.

Ponderó la certeza de la transición con calma.

No podía existir mejor inicio del proceso de sucesión rectoral en la BUAP.

Y Alfonso lo encabeza.

Es cuanto.

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.