¿Cuáles serán las prioridades del equipo de la Ciudad Incluyente? o mejor aún ¿qué entenderán por libertad de expresión?, pues la administración de Claudia Rivera cierra su primera semana con claras expresiones de censura contra comunicadores.

Vamos por partes, como dijo Jack el Destripador.

En el día 4 del trienio incluyente, en el grupo de Whatsapp de prensa de Claudia Rivera, los administradores cambiaron la configuración para que sólo ellos pudieran enviar mensajes, tal situación fue vista como un disimulado acto de censura.

Aunque la acción puede justificarse pues varios compañeros de prensa, utilizan dichos medios para presumir el analista político que llevan dentro, desvirtuando la finalidad de los grupos (informar de manera inmediata y precisa), cerrarlo le quita utilidad y deja fuera el derecho indirecto de réplica o crítica.

La inédita respuesta seria consecuencia del berrinche de los administradores que no aguantaron los mensajes en los que se les comparaba con los morenovallistas.

Ante lo ocurrido, varios reporteros comenzaron a abandonar poco a poco el grupo.

Adiós memes

En el día 5 los regidores de Juntos Haremos Historia fueron los que ahora dieron la nota, pues optaron por pronunciarse contra un meme que Arturo Rueda subió, de María de Lourdes Rosales Martínez, titular de la Ssptm, asegurando que era violencia política de género.

En la imagen le cambian el rostro por el de Roz, personaje de Monsters Inc, quien se caracteriza por no tener sentido del humor y ser algo amargada.

Los regidores, entre ellos varios neófitos de la política, deben recordar que esos actos en loa que ellos ven “congruencia”, son muestras de censura pues a la fecha, ninguno de ellos ha levantado la voz contra los memes, que hacen de Luis Miguel Barbosa Huerta, SU excandidato a la gubernatura o los que hacen de José Juan o Biestro, o ¿será que nunca juntos hicimos historia”?

El equipo de la Ciudad Incluyente debería de aplicar la de más trabajo y menos internet, pues mientras ellos se desgarran las vestiduras tratando de censurar, la ciudad está a punto de eclosionar, y es que el ataque en la Fayuca, la aparición de un linchado [que nadie sabe quién linchó] en la Central de Abastos y la salida de varias empresas en el Triángulo Rojo, son claros indicios de que la capital está a punto de arder.