Por Gerardo Pérez Muñoz

Hay que quemar Puebla. Esta ciudad no tiene remedio

Dos días después del triunfo sobre los Franceses, Zaragoza le escribía a Benito Juárez lo siguiente:

En cuanto al dinero, nada se puede hacer aquí porque esta gente es mala en lo general, y sobre todo muy indolente y egoísta (…) Hoy no he podido completar ni para un día de socorro económico que importa $ 3 700 porque sólo tiene la comisaría $ 3 300. La fuerza está sin socorro desde el día 5 y casi sin rancho.  Qué bueno sería quemar a Puebla. Está de luto por el acontecimiento del día 5; esto es triste decirlo; pero es una realidad lamentable”.  (De la historia de México, 1810-1938, documentos fundamentales, ensayos y opiniones, del extraordinario historiador mexicano Jesús Silva Herzog, editado por Siglo XXI).

En Septiembre de 1882, cuatro meses después de la épica batalla del 5 de mayo y de haber derrotado al mejor ejército del mundo, el General Ignacio Zaragoza moría contagiado de Tifus a los 33 años de edad.

El 11 de septiembre de 1862, el presidente Benito Juárez emitió un decreto para cambiar el nombre de Puebla de los Ángeles a Puebla de Zaragoza, en honor al héroe de la batalla del 5 de mayo.

La primera conmemoración de la batala. Un año después, en 1863, se realizó la primera celebración del cinco de Mayo en Estados Unidos, en donde vivían mexicanos en California, recordaron la fecha y la gesta histórica.

El sitio de Puebla .  Hace 140 años, las tropas Francesas sitiaron la ciudad de Puebla, el sitio duró 62 días. Fue del 16 de marzo al 17 de mayo de 1863, y el mando estuvo esta vez a cargo del general Zacatecano, Jesús González Ortega. En mayo de 1863 la ciudad de Puebla cayó ante los franceses después de un sitio de 62 días. El ejército francés fue recibido por los miembros de la Iglesia y la burguesía conservadora en la catedral de Puebla donde se cantó un Te Deum por la gloria conquistada.