Gerardo Pérez Muñoz

Xochiapulco, la dignidad de un pueblo

Ante una de las últimas ofensivas  del ejército invasor y sus compinches mexicanos al mando del conde de Thum, los habitantes de Xochiapulco decidieron quemar sus chozas antes de caer en manos de las tropas invasoras un 4 de agosto de 1865. Se dice que los habitantes quemaron un poco más de 300 chozas. Fue el general Juan Francisco Lucas, quién empezó a quemar su choza para poner el ejemplo.

El inicio del fin. En enero de 1886, el emperador francés Napoleón III anuncia que le retirará el apoyo militar y económico a Maximiliano de Habsburgo debido a que la resistencia en el resto del territorio mexicano no cesaba y ya había consumido una gran parte del tesoro francés. Se calcula que la deuda externa de México que se cifraba en 65 millones en 1863, se triplicó durante el Imperio de Maximiliano.

Un 2 de abril de 1867, en la capital Poblana, el ejército mexicano al mando de Porfirio Díaz, derrotan a las tropas del Segundo Imperio Mexicano. Fue el fin del imperio monárquico y la derrota de los conservadores mexicanos.

A manera de conclusión.

¿A 161 años de la intervención Francesa, debemos preguntarnos si realmente somos un país y pueblo soberano con la enorme loza que cargamos del pago de intereses del pago de la deuda pública, interna y externa.? Este año, las y los mexicanos, pagaremos un billón 79 mil millones de pesos de intereses de la deuda.

De acuerdo a la Secretaría de Hacienda en un informe de septiembre del año pasado, cada mexicano nos toca aportar 118 mil pesos por persona y año para el pago de los intereses.

Para le próximo año y de acuerdo a los Precriterios presentados por Hacienda, la deuda subirá a 1.121 billones de pesos.

¿Realmente somos un país y pueblo soberano cargando en nuestras espaldas el neocolonial T-MEC que le da más derechos a la empresas que a los pueblos?

A pesar de que fueron los pueblos indígenas los que en su mayoría lucharon en contra del ejército francés, siguen siendo los más pobres de los pobres y siguen luchando y resistencia en contra de las nuevas formas de conquista, despojo y colonialismo de sus territorios y bienes comunes: minería a cielo abierto, gasoductos, devastación de sus ríos y bosques; en síntesis, siguen luchando contra los proyectos de muerte o megaproyectos. Y a pesar de que dieron su sangre y su vida para defender la patria, hasta ahora no se les ha hecho justicia.

La gran mayoría de los habitantes de los municipios que lucharon contra los franceses, viven actualmente en la pobreza, la miseria y la marginación. Lo bueno es que cada año, el 5 de mayo y en un desfile que ya forma parte de la sociedad y cultura del espectáculo (Guy Debord, dixit), nos acordamos de ellos y calmamos nuestra consciencia y nuestro efímero y líquido patrioterismo.  Ocupamos como estado, el nada honroso tercer sitio con el mayor porcentaje de población en situación de pobreza. CONEVAL, 2020   

Me despido con una frase atribuida al Profesor y general, Juan Crisóstomo Bonilla.

Los indios de Tetela no temblamos ni de hambre, ni de frío ni de miedo.

Bibliografía

Etnohistoriador,  Venancio Armando Aguilar Patlán, El mito de los Zacapoaxtlas.

Mtra. Donna Rivera Moreno, Xochiapulco: una gloria olvidada.

 Taller de Tradición Oral de la Sociedad Agropecuaria del CEPEC. Tejuan tikintenkakiliayaj in toueyitatajuan. Les oíamos contar a nuestros abuelos,  etnohistoria de San Miguel Tzinacapan