Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmó un memorándum que limita el acceso al Ejército norteamericano a las personas transgénero, al tiempo que ha concedido a las Fuerzas Armadas más autonomía para implementar sus políticas.

Dicho documento establece que cualquier individuo transexual que cuente con un historial de disforia de género, definida como “aquellos que necesiten tratamiento médico sustancial, incluyendo medicamentos o cualquier tipo de cirugía” quedarán descalificados para poder servir en el Ejército excepto “en ciertas circunstancias”.

Añade que el secretario de Defensa y Seguridad Nacional “pueden ejercer su autoridad para implementar cualquier tipo de políticas que consideren apropiadas en lo que se refiere al servicio militar de individuos transgénero”.

La Casa Blanca ha asegurado que el secretario de Defensa, Jim Mattis, ha descubierto que aquellos militares con un historial o un diagnóstico de disforia de género suponen un riesgo para la efectividad del Ejército estadounidense.

En el memorándum se puede leer “Estas nuevas políticas van a permitir que nuestro Ejército aplique unos estándares de salud mental y física muy bien definidos e iguales para todas las personas que se quieran unir a nuestras fuerzas, convirtiéndonos así en las mejores Fuerzas Armadas que jamás haya visto el mundo”.

La decisión final de Trump es mucho menos restrictiva que su propuesta inicial, transmitida en Twitter por el propio mandatario. Trump quería prohibir el acceso por completo a los transexuales al Ejército. De acuerdo con el presidente, el departamento de Defensa no podía continuar “cargando con el peso de los tremendos costes médicos y ruptura que los transexuales en el Ejército implican”.

Por su parte, varios jueces federales han emitido sentencias que bloquean la propuesta firmada por el mandatario, alegando que viola el derecho de todos los ciudadanos estadounidenses a contar con una protección igualitaria bajo la ley.