La marcha de Ciudad Universitaria a la Plaza de la Democracia el 22 de mayo del 2017 era el moño con el que los universitarios de Puebla adornaban el ingreso de Lobos BUAP a la Primera División del futbol mexicano.
Fue un desfile encabezado por jugadores y cuerpo técnico, que recorrió la ciudad y en el que participaron estudiantes, profesores y trabajadores universitarios, por supuesto, pero además poblanos y profesionistas avecindados en la Angelópolis.
No hay una familia en Puebla que no tenga en su núcleo a un universitario de la BUAP.
De todas las edades y de todos los niveles socioeconómicos.
Los universitarios de Puebla tenían ya representación en el máximo circuito del futbol mexicano. Y el júbilo era enorme.
La inexperiencia en la conducción y la complejidad de una organización viciada en la Federación Mexicana de Futbol intentan ahora, con una venta viciada y arreglada por el empresario Mario Mendívil, la Femexfut y Televisa, llevarse al equipo con venta fraudulenta, que fue un madruguete en contra de la BUAP.
Haciendo uso de artimañas, vacíos legales, arreglos entre empresarios y directivos, intentan violar acuerdos y pactos, firmas y contratos, para que todos ganen menos la BUAP y sus universitarios, que insisto, no solo son los que están actualmente en los recintos universitarios.
Un esfuerzo que empezó en 1967 con un modesto equipo de futbol universitario llamado Carolinos, su ingreso en 1999 a la División de Ascenso, después de que en 1996 estrenó el nombre de Lobos BUAP, coronó sus esfuerzos el 21 de mayo de 2017.
Ahora, con trucos, trampas y mañas, las mafias del futbol intentan arrebatarles a los poblanos lo que les pertenece.
La corrupción también impera en las organizaciones empresariales deportivas.
Si la 4a. Transformación va en serio, es un buen momento y un mejor motivo para poner en su sitio a las mafias del deporte profesional.
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