De libros y más

Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
porque si Madrid se duerme,
querrá despertarse un día
y el alba no vendrá a verle.
Madrid, Rafael Alberti,

Alguna vez, Agustín Lara, escribió:

“Madrid, Madrid, Madrid,
en México se piensa mucho en ti.
Por el sabor que tienen tus verbenas,
por tantas cosas buenas que soñamos desde aquí”

Y razón no le faltaba al gran poeta, porque en México se piensa en Madrid, y, ¿cómo podría ser diferente? si al recorrer nuestras calles y plazuelas podemos reconocer tantos retratos madrileños; en nuestra mesa y costumbres encontramos múltiples rescoldos españoles y en donde quiera que ondee su bandera, nos sentimos bienvenidos y somos bien hallados. Pero aquellos afortunados que alguna vez se han aventurado a cruzar el océano Atlántico, solo para constatar si allá también tienen una Cibeles tan hermosa como la que engalana las calles de la ciudad de México, o si el cocido madrileño tiene los mismos sabores que aquél que hace las delicias en las mesas de nuestro Casino Español; o bien, para recorrer el Museo del Prado y admirar a Las meninas, bajo la atenta mirada de su creador, el gran Diego Velázquez, que nos guiña el ojo desde el interior de la obra.

Pero antes de conocer Madrid, ya sea por unos días o para convertirlo en hogar, es necesario hacer una advertencia: una vez que se le conoce, es imposible dejarlo. Madrid enamora, y nos toma tan desprevenidos como si se tratara del primer amor. Una vez que se recorre la Gran Vía o que nos sorprende el atardecer en Lavapiés, no hay vuelta atrás; porque Madrid es más que sus construcciones, plazuelas y museos; es más que su buena comida y magnífica arquitectura. Madrid, es un modo de vida, de una tan apasionada, que sus habitantes la presumen y transmiten a cada paso. Madrid es resistencia y orgullo; es tradición y belleza, es la modernidad enmarcada en construcciones milenarias; es fraternidad y lucha, y, por supuesto, es una increíble babel, en la que, a fin, de cuentas, todos nos comprendemos.

Desde hace algunos años, la escritora segoviana, Elvira Sastre, cayó bajo el influjo de Madrid. Ella trasladó su domicilio a la capital española y le ocurrió lo que a todos los que pisamos suelo madrileño: se enamoró de la bella ciudad; así que hizo lo que correspondía ante tal situación: se dedicó a escribir. Durante un par de años publicó una serie de columnas en el diario El País, en donde narró sus experiencias en la capital española; desde la imponente manifestación por la conmemoración de los trágicos sucesos del 8M, hasta las dificultades que afrontaron por el estricto confinamiento motivado por la pandemia.

En Madrid me mata, la autora parte de sus publicaciones en El País, para dar forma a un extraordinario libro que reúne fotografías, poemas, pero, sobre todo, vivencias. Se trata de una hermosa obra que da cuenta de la cotidianeidad de la hermosa ciudad, pero que, con el testimonio de la escritora llega al fondo de los sentimientos de sus habitantes.

Escribe Elvira Sastre:

«A lo largo de dos años y medio he intentado definir Madrid con una frase, y eso es tan ambicioso como pretender saber de qué color son tus ojos ahora que ya no los veo. Pero puedo dejaros aquí mis palabras, para que acudáis a ellas cuando queráis darle un nombre.
Madrid es la ventana a Las Vistillas de mi primera habitación, la cocina de Embajadores donde bailaba sin miedo, el balcón de Lavapiés en el que me ahogué durante meses, la última cuesta del barrio por la que paseó Tango, el patio en el que Miranda se sentó a verme crecer, la terraza en la que escuché los aplausos de Acacias.
Madrid es volver y sentir que no te has ido; irte y sentir que ya estás volviendo. Madrid es el polvo que se levanta en el escenario de un teatro alternativo, las manos entrelazadas en el Renoir, las buenas noches de un concierto en el Price.
Madrid es correr contra el aire en una bicicleta y sentir que somos un suspiro en mitad del viento».

Sin duda, esta obra hará que todos los lectores, madrileños o no, y, sobre todo, aquellos que nos encontramos allende el mar, al recorrer sus páginas y, finalmente, cerrar sus tapas, dejemos escapar un suspiro, mientras a lo lejos, resuenan las palabras del poeta veracruzano:

“Madrid, Madrid, Madrid,
en México se piensa mucho en ti,
por el sabor que tienen tus verbenas,
por tantas cosas buenas que soñamos desde aquí.
Y vas a ver lo que es canela fina,
y armar la tremolina cuando llegues a Madrid”

Adriana Hernández Morales

Título: Madrid me mata.
Autora: Elvira Sastre
Editorial: Seix Barral
(También disponible en formato electrónico).

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.