Carlos Martínez Amador, integrante de la Coordinadora Estatal Extraordinaria del PRD, es otro de los políticos poblanos que ha considerado que la designación de Enrique Cárdenas Sánchez es una imposición de la dirigencia nacional que optó por ignorar a la militancia poblana.

En rueda de prensa el también morenovallista con su postura se suma a quienes se han pronunciado contra la unción del exrector de la Udlap quien en el pasado los criticó como grupo político.

Incluso acusó que el apoyo al exaspirante a candidato independiente fue una negociación cupular entre la Coordinadora Nacional, el PAN y Movimiento Ciudadano (MC) a espaldas de la representación de los partidos a nivel local.

Con ello, dijo, se benefició un grupo político no obstante no mencionó cual.

Sobre el exdirector del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), evitó hacer cualquier comentario y sólo dijo que la militancia poblana del Sol Azteca no se ve representada por él.

“No hay nada qué decir, porque no lo conocemos. Nunca lo hemos tratado aquí”.

Y es que su nominación y el regreso de la “alianza” con el Partido Acción Nacional (PAN) exhibió la nula autoridad que tienen ante la dirigencia nacional, pues en semanas previas al anuncio de la candidatura en común el exdiputado local anunció que estaba “definitivamente” descartada.

Mientras que Fernando Belaunzarán Méndez, coordinador nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no descartaba la posibilidad de una alianza la cual dependería del candidato.

No obstante dejó en claro que en cuanto se concrete la candidatura en común “hará lo que le corresponde” para impulsar al académico para la elección extraordinaria.

En otro tenor, calificó como desafortunada que la dirigencia nacional cambiara su forma de dispersar recursos a las sedes estatales, pues ahora la sede nacional la entrega directamente.

Sin embargo, es esta forma la que ha causado una “crisis” operativa del partido pues el dinero que llega a Puebla lo controlan la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), la cual lideran en Puebla los hermanos Roxana y Vladimir Luna Porquillo.

“La lana que viene de los votos locales, la que trabajaron todos los compañeros en Puebla; lana con la que se paga la nómina del partido, con la que se pagan los comités municipales; lana con la que se paga la operación del partido, es atraída por el nacional en una decisión que entendemos provocada nuevamente por una minoría en el nacional, representada por ADN”.