Martha Erika Alonso Hidalgo, gobernadora electa de Puebla, intentó colgarse del tema de equidad de género, al asegurar que la impugnación de la elección a la gubernatura es un tema de violencia política de género, “por ser mujer” y no por las múltiples inconsistencias que ocurrieron el 1de julio.

En un comunicado y en sus redes sociales, la panista emitió el llamado, en vísperas de que el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) emita su sentencia sobre si anular la elección a gobernador en Puebla o ratificar a Alonso Hidalgo.

En su mensaje, Martha Erika Alonso Hidalgo hizo un llamado a las mujeres a seguir incursionando en la política para continuar luchando contra la violencia política e impulsar la igualdad sustantiva de género.

En su mensaje subrayó que no va a permitir que le arrebaten en la mesa lo que limpiamente se ganó con votos, tal y como se demostró con el conteo de voto por voto, casilla por casilla.

“Se abrieron más de 7 mil casillas, se contaron más de 3 millones de votos. Gracias a todos los que estuvieron en este proceso por defender el triunfo de esa manera. Aun cuando les volvimos a ganar por más de 100 mil votos, siguen diciendo que después del fallo del Tribunal Electoral del Estado de Puebla van a seguir impugnando, por lo que les decimos que con votos ganamos esta elección y no permitiré que por mi condición de mujer, nos quiten la gubernatura”, remarcó.

Sin embargo, su publicación le valió varios y justificados reclamos no sólo de sus ahora contrarios políticos de Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo, sino también de exfucionarios, académicos, activistas y quienes consideraron que su llamado es incongruente, cuando durante el sexenio de su esposo, Rafael Moreno Valle, nunca hizo algún pronunciamiento contra los actos de violencia política de género o feminicidios en el estado.

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre quienes se sumaron a la conversación está Ruth Zárate, regidora de Tecamachalco quien en varias ocasiones ha acusado ser víctima de violencia política de género e incluso la Fepade tuvo que intervenir.